CHAU...ADIOS A LA LIBERTAD EN BLOG



ESTE ES MI NUEVO SITIO,(todavía en construcción),AL CUAL ME TRANSLADO, CUANDO BLOGGER APLIQUE CENSURA. GRACIAS.

MIENTRAS PUEDA SEGUIRE EN ESTE BLOG

jueves, 24 de marzo de 2011

HADAS Y ÁNGELES.-




Hadas y ángeles
Las Hadas y los Ángeles nos abren la puerta a la paz y a la transformación interna. La llave es la meditación, el silencio interior y la fe en que todo nos conduce a lo que es mejor para nosotros. La sorpresa es que el modo no suele ser el previsto y por eso a veces nos sentimos perdidos hasta que aprendemos a entender el porqué de lo que nos pasó. Pero ello no debe crearnos angustia, sino más bien conectarnos con la emoción de lo inesperado y con el desapego al ego que nos maneja a su antojo y nos empuja a comprenderlo todo como a él le conviene. El ego nos habla de separación y de protagonismo, las hadas y los ángeles, de unidad con nuestra luz interior y con cuanto nos rodea. Estos seres nos animan a conectar con nuestro ser esencial, aquello que realmente somos sin dejarnos afectar por los prejuicios, la aprobación y las exigencias de los demás.
Los ángeles nos transmiten una profunda sensación de paz, que cada vez necesitamos más en este mundo de agobio, exigencias y prisas. Pueden ser perfectamente sensibles a un simple pensamiento desesperado nuestro ya que son criaturas que se acercan a nosotros pues su misión es amarnos y protegernos. Pueden comunicarse con nosotros a través de nuestros pensamientos al igual que las hadas, las cuales son seres de luz más juguetones que nos enseñan a jugar con la vida y a abrirnos a su magia y a lo imprevisible o paradójico.
Desde el pensamiento calmo y sereno se hace más fácil vislumbrar y adquirir esas lecciones que a veces nos apesadumbran y que requieren de tanto tiempo para su aprendizaje e integración. Concentrarse en el momento presente, perdonando el pasado y fluyendo en la atención consciente es un salvoconducto al autoconocimiento, la autoestima y la fe en uno mismo. Recuperar la fe en nosotros mismos nos llevará a recuperar la confianza en los demás, aceptándolos tal como son, de igual modo que lo hacemos con nosotros mismos, sin forzarnos ni intentar cambiarnos a contracorriente, simplemente ser y dejar ser.
María Jesús Verdú Sacases