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domingo, 26 de junio de 2011

ANGELES Y METAFISICA.-

CURSO DE ANGELES

LECION 1

Dictado por Alexis Mutterken

Ángeles y Metafísica


¿Qué y quienes son los ángeles? Los ángeles son los “ayudantes invisibles” que tras una llamada nuestra están preparados para intervenir en nuestro favor, pero respetando siempre las leyes del karma.

Son seres de luz, de muchos niveles evolutivos, que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables seres cuyas vidas inspiran y crean todo en la naturaleza.

Los ángeles son seres espirituales, y todos nosotros somos seres espirituales, pero espiritual no es sinónimo de religioso, aunque muchas religiones puedan ser muy espirituales. La espiritualidad es algo que todos llevamos dentro y de los cual demasiado a menudo estamos desconectados. Lo espiritual en nosotros es lo que da sentido a la vida, haciéndonos conectar con nuestra esencia, con la paz mental. Descubrir el mundo del espíritu, nos dicen los ángeles, es como volver a nacer.

Los ángeles pueden hacernos recordar nuestro origen espiritual y nuestro fin divino. Pueden ayudarnos a restaurar nuestro estado lamentable y a vivir una vida de acuerdo con lo que realmente somos. Sólo tenemos que hablar con ellos, pedírselo humildemente, con fe, con esperanza, con convicción.

Seres de luz, los ángeles son manifestaciones de lo divino que esperan que los acojamos en la simplicidad y en la pureza del corazón, en los brazos del niño mágico que hay dentro de cada uno de nosotros. Quieren que los abracemos, pues ellos nos abrazan constantemente y nosotros no nos damos cuenta.

Es imposible compaginar en pocas clases una realidad que es tan múltiple y compleja como la de los ángeles.

Nada tengo que enseñar a nadie, sólo he intentado extraer lo mejor de muchos textos y he querido reunir pensamientos y filosofías a veces muy diversas entre sí: reunificar el pensamiento cristiano, el laico, cabalístico, teosófico, etc.

Leyendo todo el material disponible me di cuenta de que todas aquellas cosas que hasta entonces había solamente intuido, tomaban finalmente forma. En la mente y el corazón tenía un enorme ovillo de nociones, informaciones, conocimientos parcialmente míos y parcialmente “sugeridos”. La confusión y el desorden en mi mente empiezan a ensamblar el rompecabezas que representaba el estudio de los ángeles.

Estoy convencido de que una condición esencial para todo el trabajo con los ángeles es el convencimiento de su existencia, a tal fin es necesario que obtengamos la mayor cantidad posible de información sobre nosotros mismos y ellos, y describirlos de una forma que resulte aceptable a todos.

Hay demasiadas cosas por decir, algunas parecerán como de ciencia ficción, otras se darán por descontado. Lo trato de hacer lo mejor posible, con una inmensa humildad y con gran espíritu de servicio, pero mis medios son limitados, y Ellos, por el contrario, son tan complejos.

Estoy segura que mientras estoy escribiendo todo esto, estoy rodeada de los ángeles, y que Ellos me están ayudando a encontrar las palabras correctas y la información que conviene que yo transmita. Si en algo no resulta clara, desde ya no es una falla de Ellos, sino que no he sabido interpretarlos correctamente. A lo largo de mi vida estoy tratando de incrementar mi ya diario contacto con estos Seres de Luz.

Encontraréis, quizás en desorden, pero en total hermandad y más allá de todas las teologías, ángeles cristianos, cabalísticos, devas, espíritus de la naturaleza, todos lado a lado, con la perfecta armonía que les es característica, sin espíritu de competición, sin necesidad de confrontarlos entre sí.

El ángel es energía, es presencia, sea cual sea el nombre o la imagen con que la tradición humana le ha denominado. El ángel es realidad. Que el hombre moderno lo crea o no, el ángel existe, nada podrá cambiar su ser. No importa que no lo veamos; tampoco podemos ver el sonido de la música ni el olor de un perfume, sin embargo eso no hace que no existan. Además, el que no los veamos con nuestros ojos físicos no es lo más importante, ya que hay cosas como la electricidad, que tampoco no llegamos a ver, sino que solamente percibimos sus efectos.

Con los ángeles ocurre algo parecido. Por regla general, y salvo que ellos deseen lo contrario, no podemos verlos, pero sí podemos sentirlos. No es necesario hacer complicados ejercicios de visualización para ver a los ángeles. Sólo es necesario que percibas o, mejor dicho, que te des cuenta del fruto de su trabajo y que lo agradezcas.

Entre toda la información que te iré suministrando a lo largo de las clases, serán al final de tu mente y tu corazón los que hagan la elección, será tu instinto el que te guiará hacia el modo más afín con tu modo de ver, sentir y pensar.

Creo que es mi tarea la de ir eligiendo, seleccionando, extrayendo y compaginando los distintos temas hasta convertirlos en una base de aprendizaje útil.

Debemos comprender que los ángeles quieren ser nuestros amigos. Son nuestros compañeros en el viaje de la vida por este planeta cuyo amor, luz y sabiduría puede enriquecer nuestras vidas enormemente. Quieren compartir con nosotros y ayudarnos a crecer hacia el único destino espiritual que es el nuestro. Su guía y apoyo son maravillosos, y debemos alegrarnos y dar gracias por ello.

Y nuestro agradecimiento va – ante todo y en primer lugar – hacia la Fuente de la que procedemos tanto los ángeles como nosotros. Los ángeles en sí no son esta Fuente. No son divinos, aunque ellos, como nosotros, son inmortales. Si sus rostros brillan con una luz que no es terrenal, es porque están llenos de la Luz única.

Como ya he dicho, los ángeles son nuestros amigos, no nuestras herramientas ni nuestros criados personales a quienes podemos dar órdenes. Sirven a Dios, que es Amor, y la única agenda que conocen, es el Plan Divino.

Hay una clave en la misma palabra “ángel”, derivada del griego Angelos, que significa “mensajero”. Los ángeles son mensajeros de nuestro Creador. Contienen en sí los patrones básicos de la Creación, que se tornan manifiestos en nuestro mundo tridimensional.

Ellos obran con nuestras almas en conjunción con la Mente Universal, para ayudarnos a elevar la visión y el espíritu, recordándonos la verdad, la belleza y la bondad que existe dentro de todo. Al invocar a nuestros ángeles para que nos ayuden a ejecutar tareas tanto mundanas como inspiradas, podemos confiar en que todo sucederá de acuerdo con la Voluntad Superior y no sólo con la nuestra.

Mediante esta colaboración perdemos nuestra sensación de aislamiento, empezamos a comprender realmente que no estamos solos y carentes de apoyo; que en nuestro derredor hay ayuda y guía por doquier. En esta forma comenzamos a abrirnos al estado de gratitud en el que pueden ocurrir los milagros.

La existencia de los ángeles comienza exactamente en el límite donde termina nuestro pensamiento racional y lógico, donde termina nuestro mundo convencional y rutinario. Pasando por ese límite, comienza la sorpresa y el asombro. Allí es posible encontrarlos, sutiles, livianos, de rostros luminosos y hermosos ropajes.

Ellos, extendiendo sus alas, nos ayudarán a pasar esas fronteras racionales y llegar a un sitio donde nos transformamos y comenzamos nuevamente a tener fe. Para ello tenemos que dominar nuestro mayor miedo, el de ser diferentes. Podemos tener la certeza de que ese miedo, el de ser diferentes. Podemos tener la certeza de que ese miedo se irá disolviendo y cada vez que nos dejamos caer en el desánimo, ellos nos sostendrán con sus alas. Cada vez que estemos desorientados, ellos nos susurrarán mensajes fantásticos a los oídos y nos dejarán señales para indicarnos el camino, que es tan fácil perder.

Las hadas y los duendes también transitan por estos caminos, pero muchas personas no pueden encontrarlos… sobre todo si hace mucho tiempo dejaron de soñar y sus proyectos se taparon con las malezas y las hierbas tupidas que crecen sobe los sueños nunca realizados.

Los ángeles nos enseñan también que las oraciones aprendidas en la infancia son una protección fuertísima y son fórmulas mágicas, y por lo tanto, están llenas de poder.

Ellos nos devuelven la magia, la fe en nuestros sueños, la confianza y la memoria de un origen muy antiguo. La memoria olvidada de ser hijos del cielo, hijos del esplendor, hijos de Dios. Como escribe la popular autora Solara, lo importante es que “recordemos quienes somos y no volvamos a caer en la ilusión de sentirnos como pequeños humanos que lloran por algo que esté fuera de nosotros para que nos ayude o nos asista”

Esta memoria de nuestro verdadero origen es uno de los primeros regalos que recibimos cuando los ángeles, al comunicarnos con ellos, nos permiten entrar cada vez más en sus dominios, con la facilidad que tienen los niños, para quienes este mundo mágico está siempre abierto.

En cuanto a la forma de los ángeles, ellos dicen que no están limitados por la forma, que su forma cambia mientras se mueven, participando de las cualidades de los reinos que transitan. Como no son perceptibles por nuestra vida normal, y como cambian y se mueven tanto, refiriéndolos a nuestra noción de forma, resultan amorfos.

Creo que hay momentos, cuando desean comunicarse con los humanos, en que adquieren una forma densa con el propósito de que podamos percibirlos… Después de todo, la mayoría de nosotros ni pensaría en comunicarse con una impresión en movimiento.

Aplicando este principio, los espíritus de la Naturaleza más pequeños, es decir los duendes, elfos, hadas, etc., son a veces vistos por los niños, vistiendo a la moda tradicional de la Edad Media. Este tipo de vestimentas proviene de que en aquel período algunos humanos aún estaban por lo general suficientemente próximos a la naturaleza, como para relacionarse con el mundo de las hadas.

Aprende a hablar con los ángeles es, en realidad, aprender a hablar con nosotros mismos y con nuestros semejantes de un modo nuevo y más profundo. Es aprender a comunicarnos más abiertamente con nuestro universo y estar más sintonizados con nuestro rol de co creadores y participantes de su evolución.

Para hablar con los ángeles no se requiere técnica alguna. No hay métodos fáciles para enseñar a hablar con ellos, como tampoco lo hay para comunicarnos con nuestro YO Interior. La verdadera comunicación surge de nuestro propio ser y de la totalidad de nuestra vida. Es algo en que nos transformamos en el transcurso de nuestra existencia y no algo que aprendemos. Lo que realmente comunicamos es aquello que somos, no tanto lo que podemos expresar con palabras.
Comunicarse con los ángeles requiere, en verdad, una particular actitud de totalidad hacia la vida, hacia nuestros semejantes y hacia nosotros mismos. Cualquiera de nosotros puede hablar con ellos, lo que significa que el camino está abierto a quienquiera que se proponga modificar sus conceptos preestablecidos y explorar su mundo de una manera nueva. Ello requiere una gozosa ampliación de nuestra visión de la realidad, y estar dispuestos a abrirnos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, y a un movimiento consciente para abarcar nuestra totalidad.

Los ángeles se comunican con las criaturas humanas de un modo directo, no verbal. Pueden hablarnos de dos modos, desde adentro o desde fuera, en nuestro interior o en las señales del mundo exterior. Sus palabras no se entienden con la cabeza sino que se sienten con el corazón. No se razona, se intuye. No hemos de rompernos la cabeza con los ángeles, hemos de abrir el corazón. Con sus consejos y sugerencias, los ángeles nos ayudan a superar las limitaciones humanas, a vivir la eternidad en el momento presente, el Cielo en la Tierra.

Los ángeles siempre han estado ahí, para socorrernos, para ayudarnos, pero lo importante es, cuando pedimos su ayuda, que nos demos cuenta de su presencia en nosotros.

Estamos viviendo, en los albores del siglo XXI, un momento crucial de la historia de la humanidad. De nosotros depende que este pequeño planeta deje de ser un planeta azul y se convierta en un infierno. Los ángeles nos exhortan a luchar por nuestro hogar terrestre, pero no nos damos cuenta de ello. Están detrás de los movimientos ecologistas, están a favor de la vida. Son los mensajeros de la Nueva Era y nosotros tenemos oídos de la vieja. Nos traen un mensaje de esperanza y confianza que los humanos nos negamos a escuchar.

Los ángeles desean que trabajemos conjuntamente para mejorar nuestro planeta. Invocar su ayuda y su presencia es algo sencillo y maravilloso que podemos lograr si nos lo proponemos.

El propósito de este curso es ayudarte a contactar con los ángeles y su vibración angélica, abriéndoles las puertas de tu corazón, para que puedan penetrar en tu vida cotidiana. Aunque no te des cuenta, los ángeles están deseando entrar en tu vida, pero tú no les dejas. Constantemente les estás diciendo que no.

Los humanos tenemos una verdadera fijación con el NO. Durante los tres primeros años de vida de un niño, la palabra que mas se oye es precisamente esta: NO. Ello va creando en su cerebro una programación negativa que arrastrará de un modo inconsciente a lo largo de toda su vida y que le impedirá vivir milagros, hablar con los gnomos y las hadas, conversar con los ángeles y muchas cosas más. Así se va creando un destino aparentemente ineludible, del cual parece dificilísimo escapar. Poco a poco la vida va perdiendo luz y color, y nos instalamos en la rutina desecadora y aburrida.

No hay medio alguno para engañar al destino, ni tampoco ningún artificio para escapar al plan cósmico. Es absurdo querer liberarnos de él por nuestras propias fuerzas, desoyendo sus a menudo ineludibles lecciones. Todos nosotros hemos de sufrir nuestras propias tribulaciones y dificultades, de las que somos más responsables de lo que creemos y hemos de aprender las lecciones que comportan. Cuando aprendemos de lo que nos sucede, deja de ser tan doloroso. Pero nadie debe perder la esperanza ni desfallecer, pues la vida nos reserva un destino luminoso si somos capaces de decirle simplemente SI.

Cuando le decimos SI a la vida, una cohorte de ángeles acude enseguida a nosotros para socorrernos con sus virtudes. Cada uno de los ángeles que veremos en el transcurso de este curso está encarnando una VIRTUD a la que podrás apelar cuando te halles en dificultades. No temas hacerlo. No estás haciendo magia ni nada que se le parezca. Estás ejerciendo un derecho que tienes desde el día en que naciste, o a lo mejor desde antes de nacer.

Verás con el transcurrir de los días, que lo lindo no es solamente comunicarte con los ángeles cuanto te encuentres en dificultades, sino el compartir con ellos también las cosas lindas que vas viviendo, ya que hay ángeles de la alegría, del juego, del optimismo, etc. Es inmensa la lista de los ángeles que puedes invocar para que compartan tu vida contigo. Verás que ello te brindará una sensación de plenitud y gozo mucho mayor en tu vida, de lo que has podido disfrutar hasta ahora.

Todos los grandes maestros coinciden en que los humanos no podemos luchar por nosotros mismos, con nuestras propias fuerzas, contra nuestros defectos. ¡Y sin embargo debemos hacerlo! Y es que la única forma de luchar contra un demonio es invocando al ángel opuesto. Así de sencillo. No se trata de concentrar más energía en los defectos, en los problemas, en lo negativo. Hemos de ser capaces de volcarnos en lo positivo para que lo negativo pierda fuerza.
De este modo, meditando en la virtud del ángel, en lo que representa, vamos dejando que ella crezca en nosotros y terminará eliminando el defecto. Meditando en un ángel concreto iremos despertando en nosotros sus virtudes, sus características positivas, y veremos cómo, de un modo mágico, éstas se manifestarán en nuestras vidas.

REALIDAD Y FE
Al parecer existen dos métodos básicos para abordar un tema como el de los Ángeles. El enfoque histórico puede dar sus frutos. Se podría resumir como el método en que la realidad pesa más que la fe. Ello nos permite, además, examinar los diversos árboles genealógicos de las huestes angélicas, lo cual nos permite asimismo remontarnos a los orígenes culturales específicos de cada una de las especies.

En muchos casos descubrimos la prueba patente de la utilización global de antiguas líneas de consanguinidad. Observamos cómo los escribas de un grupo religioso concreto se limitaron a trasladar a sus escritos los mitos más sustanciosos de las tribus conquistadas o de las que les conquistaron. Ellos es mucho más evidente en los eclécticos préstamos de los hebreos. Por la misma razón, éstos pueden atribuirse el ser los introductores de los Ángeles a escala auténticamente celestial.

Si aplicamos un método estrictamente histórico, podemos caer en la gran tentación de llegar a la conclusión de que los Ángeles no son más que una colección de fantasías exageradas de los santos eruditos, lo cual podría ser cierto en muchos casos.

Existe, sin embargo, otro método que podríamos calificar de sobrenatural. En éste, la fe pesa más que la realidad. De hecho, es uno de los métodos que más utilizamos para abordar un tema como el de los Ángeles sin realmente planteárnoslo. Tenemos una serie de ideas preconcebidas, basadas en una tradición ininterrumpida de la piedad popular que parece tener unas raíces arquetípicas mucho más profundas que la mayor parte de las religiones que se han perdido en la noche de los tiempos. Estas concepciones arcaicas, bastante más antiguas que el cristianismo, el Islam o el Judaísmo, parecen haberse reproducido con los genes, o como mínimo tener una profunda ligazón con la memoria colectiva.

El último enfoque es el del método científico. Aquí la ecuación que se establece es más sutil. Se puede decir que la realidad crea la fe o bien que, al observar un fenómeno a nivel científico, el observador puede hacerse una idea de cómo funciona éste y de su naturaleza. De todas formas, los científicos modernos han descubierto que el mundo no es tan simple y que a menudo la fe crea la realidad.

Los físicos cuánticos saben que, si esperan que una partícula actúe como una onda, así será. Si esperan que actúe como un punto, se acomodará de la misma forma a su idea. Esto se debe en parte a que cualquier método de observación del mundo cambia necesariamente nuestra percepción de él. Y es todavía más fundamental la idea de que no podemos salir del universo para observarlo. Todos formamos parte de nuestro propio experimento. Este es un punto de mucha mayor importancia cuando nos planteamos la observación de los Ángeles. No debe olvidarse que no se puede dar vida al Ángel por su testigo. No existen pruebas concretas y sustanciales que demuestran lo que ha visto y experimentado el testigo. Lo demás forma parte del mito, la leyenda y la especulación

TRABAJAR EN GRUPO
Si eres tan afortunada como para formar un pequeño grupo de personas en sintonía que se reúnan para meditar y rezar, la ayuda que podréis recibir será inmensa. Y también será inmensa la ayuda que podréis dar a vuestros semejantes.

Os podréis reunir para enviar energía curativa, por medio del Ángel, a personas enfermas. Podréis enviar energías de luz, pensamientos de solidaridad, comprensión, amor fraternal y desinteresado hacia lugares o personas.

Por ejemplo, hacia una persona extraviada, una persona acusada injustamente, hacia un lugar en el que ha ocurrido una catástrofe o un desastre natural, o hacia una nación en guerra.

Antes de iniciar la plegaria, lávense cuidadosamente las manos (símbolo de la ablución ritual con la que había que acercarse al templo). Después hablen entre ustedes para decidir sobre cómo utilizar la energía y hacia quien dirigirla.

Después de esto, entrad por algunos minutos en silenciosa meditación, fijando en vuestra mente la imagen del Ángel. Pedidle con simplicidad que intervenga con sus Legiones para sanar, aconsejar, proteger…

Terminad con una plegaria colectiva de acción de gracias. Naturalmente esto no es sino un bosquejo básico; ustedes podrán aportar vuestra propia iniciativa con todas las modificaciones que consideren oportunas.

NOTICIA
En la madrugada del 2 de octubre de 1996 un recolector de basura del barrio de Barracas notó algo raro en la bolsa de residuos cerrada, que estaba a punto de lanzar al sistema triturador de su camión.

La abrió. Encontró allí una bebita de 2,400 Kg. Que no tenía más de cuatro horas de nacida. La llevó de inmediato a la maternidad Sardá, donde, con amor y ciencia, la dejaron en perfecto estado de salud a las 24 horas.

El hecho se hizo público y más de 200 familias se ofrecieron para adoptarla. Al tener que anotarle en su historia clínica los médicos coincidieron en llamarla Milagros.

El hombre que la halló es Miguel Ángel Vanderbergue, 42 años, casado, dos hijos. Lloró ante los periodistas, de pura bronca y emoción.

Miguel significa “¿Quién como Dios?”; Ángel significa “enviado de Dios”. El hecho ocurrió el mismo día en que la Iglesia Católica celebra – desde hace unos 300 años – el Día del Ángel de la Guarda.

martes, 21 de junio de 2011

Los Ángeles de las cuatro estaciones.-



Todos nos movemos en ciclos, recibiendo y produciendo diferentes corrientes energéticas. La magia de las estaciones nos ayuda a armonizar la vida. Invocar a los ángeles de cada estación es una medida ideal para intensificar el bienestar y aprovechar la fuerza propia de cada criatura celeste.

ÁNGELES DE PRIMAVERA.
Esta estación implica renacimiento, juventud, generación de ideas, amistad, unión sexual, diversión, creatividad y comunicación. Los ritos mágicos deben estar dirigidos a curar, purificar, incrementar la capacidad psíquica. También cuentan con buenos auspicios las ceremonias cuyos objetivos son saldar deudas y aumentar la fertilidad.

ÁNGELES DE VERANO.
Es una estación de crecimiento rápido. Los proyectos encuentran su forma final. También es propicio para intensificar la entrega sexual y potenciar el deseo. Los trabajos mágicos que se realicen en esta época deben estar dirigidos a aumentar la autoestima, la belleza, el sentido de la protección. Otro objetivo propio puede ser
aumentar el coraje personal y la capacidad de tener decisiones.


ÁNGELES DE OTOÑO
Ésta es una época para disfrutar los logros obtenidos y reservar energías. Buen momento para elaborar proyectos y realizar trabajos mágicos relacionados con la búsqueda de empleo, la compra y venta de propiedades, la salud, el estudio.

ÁNGELES DE INVIERNO
Tiempo para descansar y elaborar planes a largo plazo. El cuerpo y el espíritu necesitan más descanso y relajación. Los ritos mágicos que se realicen en esta época deben estar orientados a meditar y romper con hábitos nocivos para la salud.

MAGIA CON NUDOS PARA LA TEMPORADA
*Lo primero que se debe hacer es considerar su objetivo y considerar si es mas propicia la primavera, el verano, el otoño, o el invierno para formularlo.
*Consiga una cuerda o soga blanca de aproximadamente 15 cm de largo.
*El día en que comienza la estación en la que ha decidido trabajar, concéntrese en lo que desea y reflexione acerca del tipo de asistencia angélica que necesita.
*A continuación, debe ir haciendo nudos en la cuerda y éstos deben quedar a una distancia aproximada de un centímetro. En total quedarán nueve nudos y se debe realizar en el orden que indica la figura:


Mientras ata los nudos, recite la siguiente plegaria:
Con el primer nudo, comienza la magia angélica.
Con el segundo nudo, el poder viene a mí.
Con el tercero, mi deseo toma forma.
Con el cuarto, mi voluntad se hace más fuerte
Con el quinto, la mágia cobra vida
Con el sexto, las potencias se unen.
Con el séptimo, los ángeles se acercan. Con el octavo, mi destino se aclara.
Con el noveno, mi deseo se cumple.

Coloque la cuerda en su altar angélico. Lo más probable es que su deseo se cumpla antes de que cambie el ciclo. En cualquiera de los casos desate los nudos el día en el que finalice la estación. Agradezca a su ángel por haberlo ayudado y repita el rito toda vez que lo desee.

Pao.

lunes, 6 de junio de 2011

EL ÁNGEL DEL SERVICIO.-



EL ÁNGEL DEL SERVICIO

Dictado por ALEXIIS
PUBLICADO POR MARIA ELENA SYRO P


Los místicos de todos los tiempos siempre han sostenido que sólo cuando el discípulo ha sido iniciado en el significado de la palabra “servicio” está listo para recibir la infusión del Yo Espiritual.
Ahora podemos comprender la razón por la cual el servicio es tan importante en nuestras vidas: es una de las piedras basales sobre las que edificaremos el edificio en el que hemos de recibir al Yo Superior. También deberíamos reconocer que la palabra servicio no significa convertirse en un “sirviente”, ni implica ninguna clase de servidumbre. Por el contrario, el término servicio implica las ideas de “¿Qué puedo hacer para mejorar este mundo?”, “¿Cómo puedo ayudar mejora los otros sin pasar por encima de su propia independencia?”, “¿Qué oportunidades veo para promover la cooperación, la unidad y el sentido de hermandad entre los hombres?”.
Las viejas escuelas respondían a estas preguntas y mostraban a los estudiantes cómo hacer el mejor uso de este mundo a través de las enseñanzas del verdadero significado de términos como inocencia, inclusión, idealismo y amistad universal.
En las academias sagradas, el Ángel del Servicio era considerado una mezcla perfecta de energías masculinas y femeninas, y el maestro que lo personificaba en las ceremonias vestía una túnica azul que simbolizaba la devoción y el idealismo. Sus disciplinas estaban dirigidas a despertar en los discípulos una efusión de amor hacia toda la humanidad, el desarrollo de un ideal que beneficiara a todos los hombres y un curso de acción para llevar a cabo ese plan.
El maestro principal sabía que en una conciencia centrada en el servicio y el olvido de sí mismo habría de producirse una absoluta transformación. Toda sensación de separación y de segregación habría de desaparecer por completo y sería reemplazada por un sentimiento de unidad con todas las personas, de vinculación con toda la familia planetaria. Y cuando desaparecieran esas barreras, el discípulo llegará a ver el mundo exterior como una totalidad indivisible, y se produciría una reacción similar, porque cuando se aplica un principio espiritual a uno de los niveles, también se convierte en una ley en el otro nivel. Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba.
Según esta verdad, cuando el iniciado comprende que, en un sentido cósmico, los límites y las distinciones no pueden existir, cuando llega a percibir que todo es una esencia omnipresente, un nuevo amanecer comienza a despuntar en el plano interior, conduciendo al matrimonio místico y a la consumación de la Gran Obra. A través de una conciencia de servicio, la personalidad y el Yo se reúnen y se convierten en uno, y es a través de este matrimonio que nos unimos conscientemente a Dios.
En el plano físico, el rastro del Ángel del Servicio puede quizás llevarnos hasta Ganímedes, quien, según una leyenda griega era hijo de un rey troyano y, cuando Zeus lo vio en el Monte Ida, quedó tan impresionado por la belleza del joven que lo llevó consigo al Monte Olimpo, donde se convirtió en el copero de los Dioses.
Tené en cuenta que la “copa” es un símbolo del Santo Grial, que contiene las aguas vivientes de la vida eterna y de la copa de Cristo, citada en marcos 9:41: “todo aquel que os dé de beber una copa de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa”. Y los “Dioses” a quienes se ofrecía la copa están identificados en Salmos 82:6 “Yo había dicho: ¡Vosotros Dioses sois todos vosotros, hijos del Altísimo!”. Ese vosotros nos representa a todos nosotros, los hombres, la familia planetaria de las almas que están buscando la divina identidad.
¿Podemos ver ahora que Ganímedes representa al Aguador de Acuario y a la vida y el Poder del Ángel del Servicio? El Ángel toma la energía de Acuario y la derrama sobre todos nosotros, para despertar la inspiración del servicio. Sentimos el espíritu de altruismo y escuchamos el llamado de la amistad cósmica con todas las almas.
La palabra altruismo tiene aquí gran importancia. Significa desinterés -”preocupación desinteresada por el bienestar de los otros” (Webster). La palabra es para contraponerla al egoísmo – es decir lo opuesto al egoísmo, la vanidad y la arrogancia. Ingresamos a esta conciencia del altruismo cuando comprendemos completamente el mensaje citado por Juan (15:12-13): “Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos”.
Al saber que el servicio precede a la Divina Fusión – es decir, el despertar espiritual -, nos proponemos que nuestra misión adquiera una dimensión más universal, que nuestras ideas sean más amplias y que nuestras acciones sean más democráticas. Nuestras afirmaciones son: “Sigo adelante, en pos del objetivo de prestar un servicio más completo; yo soy el alma, cuya naturaleza es luz, amor y desinterés. Oriento mi mente hacia la luz, y en esa luz logro ver el alma. Yo soy el Plan y mi tono está en consonancia con el tono de todo lo que respiras”. Y la “síntesis” se convierte en el principal objeto de nuestro trabajo.
Síntesis significa “reunir o ensamblar partes o elementos para que conformen un todo” (Webster). La síntesis preside la tendencia que hoy predomina en el proceso evolutivo. Todo está trabajando hacia la conformación de bloques unificados más grandes, hacia las amalgamas, las relaciones internacionales, la planificación a nivel mundial, la hermandad entre los hombre, la fusión económica, el libre fluir de productos que proceden de todas partes del mundo, la independencia, la tolerancia y la fraternidad entre las diferentes religiones, el surgir de movimientos que se basan en el bienestar del conjunto de la humanidad y el auge de conceptos ideológicos que se ocupan del todo y luchan contra la división, la separación y el aislamiento”.
Con el objetivo de conformar un todo, nos disponemos a servir de acuerdo con las capacidades de cada uno y sus posibilidades y sentiremos siempre que, a nuestra derecha, marchará el Ángel del Servicio y de la Síntesis. Como mencionado antes, este Ángel utiliza la energía de Acuario, y su característica principal es su amor a los seres humanos, un sentimiento de cósmica realeza con toda la humanidad…. Nadie es un extranjero o un extraño.. todas las desigualdades de raza, color, nacionalidad, credo o casta, desaparecen por completo. Acuario es el signo matriz que recibe, sintetiza y equilibra las fuerzas de los otros signos zodiacales.
El poder siempre activo de Acuario brinda la capacidad necesaria para destruir las viejas influencias, aislacionistas y cristalizadoras, que operan sobre el hombre y el planeta, liberando fuerzas que producen cosas, ideas, enseñanzas o procesos completamente nuevos. Su energía parte del pasado para modelar el futuro mientras aún vivimos el presente.
A este Ángel se lo asocia con la esperanza en la conciencia del aspirante y con el poder de la fe en el discípulo.
Detengámonos por un momento para considerar el tema de la fe, debido a que sin ella resulta muy difícil que lleguemos a ser eficaces servidores del mundo. Jesús dijo: “Porque de acuerdo con vuestra fe habréis de recibir”. Y “si tenéis fe como un grano de mostaza… nada os será imposible”. Estas afirmaciones parecen imponer ciertas condiciones: Si tienes fe, todas tus oraciones serán respondidas. De modo que Pablo fue más lejos y explicó lo que Jesús quiso decir. Dijo que “la fe es la sustancia de las cosas por las que esperamos, la evidencia de las cosas que no vemos”.
Jesús nos dio el principio y Pablo nos proporcionó la explicación, o sea que la fe es sustancia. Y la sustancia es Energía Creativa, la fuerza de la creación. Además la fe es la energía universal de la cual nacen, se nutren y se mantienen todas las cosas. Este poder creativo que se encuentra en el interior de cada uno de nosotros es la evidencia (la prueba) de que nuestras oraciones han sido respondidas, incluso antes de que podamos ver los resultados acabados.
La fe es el poder en acción, el brillo, del YO SOY EL YO SOY(el verdadero yo). Es la energía pensada del Santo uno que nos habita, conociéndose a sí misma y a su poder de ser y de hacer. Esa energía se pregunta: “¿Hay algo demasiado difícil para mí? ¿Hay alguna actividad del servicio del mundo que sea un problema demasiado difícil par que yo lo maneje y resuelva?”. Y se responde: “Puedo hacerlo todo”. ¿Quién está pronunciando esas palabras? ¡Tu Yo! Y tu contacto con ese Yo te lleva hacia la unidad con la fe que puede mover montañas.
Recuerda que esa energía lo es todo, que, aparte de ella no hay ninguna otra cosa. Todas las cosas que están a la vista y todas las que están ocultas, todas las cosas visibles y todas las invisibles, la materia y la sustancia, todo es pura energía y esa energía constituye la naturaleza de todas las formas.
Avanza en tu conciencia e ingresa en este verdadero mundo de pura energía y contempla con tu ojo interior el vasto campo de energía que te envuelve y apremia a tu conciencia para que lo manifieste a través de tu persona. Tú estás viviendo y moviéndote y siendo en el océano de la Energía de Dios, o energía espiritual, y deberías canalizar conscientemente esta energía – que constituye tu fe en tus meditaciones. Así se abrirá el camino para ver el plan, para afirmar tus ideales y para llegar a servir con amor y con inspiración.
El rol de este Ángel consiste en despertarnos para que percibamos la fe en acción, para darnos el poder que emana de la confianza absoluta en el mundo de las energías y para ayudarnos a vivir en el mundo controlando conscientemente nuestro destino.
Si la influencia de este Ángel se encuentra bloqueada por el miedo y la ansiedad, nos convertiremos en soñadores que nunca han de pasar a la acción, en planificadores carentes de todo poder. Pero este no es el caso de aquellos que han escuchado la llamada y que acercan la copa de la vida a los labios de la humanidad sedienta. Miremos el ejemplo de los millones de personas que están enroladas en grupos ambientalistas, o que promueven la responsabilidad social, o la diplomacia ciudadana, que militan en grupos con intereses políticos, o que luchan por la paz.
Observemos el peso de la opinión pública que se está movilizando para utilizar los recursos del mundo para contrarrestar el hambre, curar las enfermedades, impulsar la paz, atender las necesidades de las personas sin hogar y promover la justicia.
Este Ángel acelera el trabajo de receptividad en los estados de conciencia para que se puedan ensamblar todas las piezas para componer una nueva imagen del mundo.
Nunca te consideres demasiado insignificante como para servir al mundo. Cada vez que aportas tu grano de arena, en forma de pensamientos y de palabras justas, estás contribuyendo con el mundo.
Si le preguntamos al Ángel ¿qué es lo que podemos hacer para orientarnos más hacia el servicio del mundo y para ser más útil en nuestro trabajo?, nos dirá que comencemos por el círculo más pequeño, nuestro propio mundo personal y que concentremos allí nuestro servicio.
Prestemos amorosa atención a las necesidades emocionales, mentales y espirituales de las personas que componen nuestro círculo inmediato. ¿Las estamos haciendo elevar o deprimir? ¿Las estamos escuchando o sermoneando? ¿Estamos encendiendo la llama de la alegría y contribuyendo a la felicidad de otros, o estamos dejando pasar esas oportunidades con el pretexto de que estamos muy ocupados?
Debemos llevar la paz a cada mesa y servir sólo copas llenas de comprensión, perdón y amor. El círculo interior es el campo más arduo para entrenarse en el servicio del mundo, debido a la paradoja de la familiaridad y del hábito de juzgar a los demás. Sin embargo, el servicio no puede extenderse a todas las personas hasta que no esté bien asentado en la base de haber servido a unas pocas. Comencemos por ver sólo la Verdad del Único en aquellos que se encuentran cerca nuestro y luego dejemos que la visión se vaya ampliando hasta incluir a todos los ciudadanos del mundo.
Es llevar paz y alegría a nuestro entorno inmediato, sabiendo que ese entorno forma parte de un todo y luego ir ampliando siempre un poco más nuestro círculo para curar y armonizar todo lo que encontremos a nuestro paso.
No debemos abandonar un círculo hasta no haber demostrado con el ejemplo la dignidad del individuo y el significado de la verdadera hermandad entre los hombres. Todas las almas buscan experimentar la sensación de la propia majestad y el sentido de su propio valor.
¿Cuándo miras al mundo, cómo haces para ver a la persona que está diferenciándose del resto?
Descubre qué es lo que puedes ofrecer con mayor satisfacción personal y desarrolla en la acción la habilidad para utilizar esa destreza a favor del bien general, lo que no significa necesariamente asumir una perspectiva global. Desde el momento en que se producen las contribuciones individuales, todas las actividades se inscriben en la corriente de la vida, y como la corriente es universal los actos de una persona afectan, en diversos grados, a todos los demás.
Si a ti te gusta escribir, cualquier otro puede gozar con poner orden en los negocios o con afinar las operaciones para lograr un nivel más alto de productividad. Otro puede desear pintar obras de arte, creaciones que se inscriban en la corriente de la vida para reflejar mayor belleza en el mundo. Otros pueden querer enseñar, cantar, vender, reparar o fabricar cosas. Entre todas estas actividades hay muy poca diferencia, desde el momento en que el individuo está derivando todo su placer de una actividad regida por principios, pues es la alegría del hacer lo que alimenta y moviliza la corriente, lo que hace que sus ondas trasciendan el tiempo y el espacio y lo que hace que se logre prestar un servicio.
¿Hay formas de servicio más grandes que otras, es decir, por ejemplo, obras que puedan afectara mayor cantidad de personas?
En verdad, la forma más grande de servir al mundo es vivir una vida de conformidad con la verdad espiritual, pues entonces cada uno de los servicios que prestemos podrán afectar el destino de la humanidad.
Finalidad: Motivarnos para prestar mayores servicios al mundo y para comprender la razón por la cual el servicio es uno de los requisitos fundamentales para recibir la Energía del Yo Superior.
Rasgos negativos que puedan presentarse a partir de las proyecciones del ego: un individuo soñador que no emprende ninguna acción concreta, que hace planes sin ningún poder, alguien cuyos sentimientos son heridos con mucha facilidad, que por lo general actúa de manera muy poco eficaz y presta poca ayuda en las situaciones que así lo requieren.
Su energía resulta bloqueada debido a: una conciencia llena de miedo y ansiedad, cuya fe está puesta más en la desgracia que en la buena fortuna – “todo ha de andar peor, si aún es posible…”.
FE, ESPERANZA Y OPTIMISMO
El optimismo implica mucho más que buen humor. El verdadero optimismo precisa fortaleza y valor en grandes cantidades. No es algo para los débiles o los temerosos. No es fácil mirar con franqueza el estado ridículo, insensato, de la condición humana sin dejar de ver la luz de posibilidades y soluciones.
Mucho más fácil es ser pesimista; tanto es el apoyo que existe para mantener un estado constante de pensamiento negativo. En esencia, los optimistas nadan corriente arriba, pero consideran que vale la pena hacerlo pues lo que verdaderamente se opone al optimismo no es tan sólo el pesimismo: es la desesperanza, la duda y la depresión. El optimismo se rehúsa a aceptar la desesperanza y la duda. El optimismo no guía de manera natural y espontánea hacia la consecución de los objetivos superiores y el mantenimiento de los valores superiores.
Cada nuevo día nos enfrenta a polaridades mayores sobre la tierra. Muchas son las personas que buscan el poder superior en sus vidas, y el mundo está vivo con la luz centellante de la verdad pero al mismo tiempo la oscuridad es cada vez más oscura. La luz es poderosa y los Ángeles nos acompañan durante todo el camino, nos alientan, nos iluminan la mente con la luz del día. No es necesario aceptar estadísticas funestas; los que logran algo a pesar de todas las dificultades no son pesimistas, sino optimistas. Es posible que alguna vez los optimistas tengan que transitar por un camino irregular, pero nadie tiene por qué aceptar las críticas negativas ni las estadísticas funestas ofrecidas por los pesimistas.
La esperanza es el ingrediente principal para llegar a ser optimista, es un sentimiento de confianza y presunción de que todo saldrá bien. No existe nada que se llame falsa esperanza. Si tenemos cierta esperanza y se nos cruzan los pesimistas que nos dicen que no, pidámosles que se guarden para ellos los pensamientos negativos. En los momentos más extremos de la vida sería conveniente tener una ley que impidiera que a las personas positivas se les hicieran comentarios negativos. Muchas veces un comentario puede ser peor que un puñetazo en pleno rostro.
Todos tenemos el derecho de esperar y crear un clima mental positivo, lo que a su vez genera resultados positivos; y este derecho tendría que ser protegido. También tendríamos que estar protegidos contra los médicos que disfrutan de jugar a Dios diciéndoles a los pacientes enfermos cuánto tiempo tienen que vivir.
Alguien que quiera debatir podrá decir que la esperanza significa no vivir el momento, por lo que algo de malo tiene que haber respecto de la esperanza. Vivir el momento verdaderamente a cada instante es algo que sucede en nuestro interior; básicamente significa permanecer despiertos y alertas. El hecho de permanecer despiertos y alertas no tiene por qué generar dolor, y es por eso que existe la esperanza. Realmente me sorprendería encontrar a una persona feliz y positiva que en su interior no valorara la esencia de la esperanza.
Si practicáramos ofrecer esperanzas a cada persona que conociéramos, y si a su vez ellas nos la ofrecieran, la esperanza reinaría y el día del juicio final nunca llegaría. Dado que esta utopía no es la realidad, tenemos que crearla en la imaginación, y podemos hacerlo invocando la fe. La esperanza y la fe existen juntas sinérgicamente.
La esperanza y la fe son dones de Dios, o de nuestro poder superior. Para que la fe trabaje en nuestra vida como un acelerador angélico, debemos reconocer el hecho de que no existe en forma pura, a menos que en el corazón nos formemos la profunda convicción de que Dios es una presencia real en nuestra vida, la luz que nos guía por el camino. Para tener una verdadera fe debemos reconocer un poder superior en la vida, en el corazón, en el alma y en la mente. La práctica de la fe fortalece las relaciones personales con este poder superior. Entonces, ¿Dónde encontramos a Dios? Exactamente aquí y ahora; la tierra que pisamos es tierra sagrada.
Cuando la realidad que vivimos es “fe en Dios, en Dios confiamos”, el temor no existe. Si realmente tenemos confianza y fe en Dios no hay motivos para temer a nadie ni a nada en esta vida. El temor es un poder fuerte, pero al fe es mucho más fuerte. Un viejo dicho reza así: “El temor golpeó a la puerta. La fe respondió. No había nadie”.
Otro esquema negativo que no puede operar en presencia de la fe es la preocupación excesiva. La preocupación es un tormento; genera dudas y ansiedades para autosustentarse, lo que a su vez aleja al preocupado del optimismo, al esperanza y la fe.
La fe está compuesta por Ángeles. Cuando declaramos la fe, se forma un paso de Ángeles que desde nuestro ser pasa por las puertas del cielo y llega a Dios. La fe es una convicción interior que nos lleva más allá de la creencia, hasta un estado de unicidad con la confianza afectuosa. La fe es energía positiva focalizada sobre un deseo o una creencia que queremos que se realice; es energía muy poderosa en estado bruto. Se torna más brillante por medio de la acción correcta, y pierde su esplendor con la inercia.
Cuando declaramos nuestra fe, para que siga funcionando debemos convertirla en nosotros mismos; es decir, tenemos que ser uno con la fe para no pensar en ella sino dejar que nos guíe. Las acciones y prácticas que realicemos generarán los resultados deseados cuando lleguemos a unirnos con la fe. Los Ángeles siempre están con nosotros para proteger el pensamiento positivo y la fe. Entonces, si perdemos parte de nuestra fe, podemos pedirle más a los Ángeles y a Dios.
A veces puede suceder que el hecho de tener fe en una situación en particular no tenga sentido para nosotros. En otras palabras, podemos tratar de excusar a los Ángeles imaginando que ellos no pueden ayudarnos en determinada situación. De esta manera, generamos dudas y cancelamos la fe. Los Ángeles son muy listos cuando un ser humano necesita ayuda. Puede suceder que los Ángeles aparezcan con forma humana para proteger a personas que ni siquiera los ven, pero sí los ven otros seres humanos que puedan tener malas intenciones para con ellas.
Tengamos fe, puesto que los Ángeles pueden distraer o cambiar la percepción de otros que tengan intenciones de perjudicarnos. Entonces, incluso aunque con la imaginación no logremos encontrar la forma para recibir la ayuda de los Ángeles, no los limitemos; dejemos que ellos hagan lo suyo y tengamos fe: estamos protegidos. Y siempre recordaremos solicitar ayuda, no importa cuál sea el estado de nuestra fe.
Quizás resulte difícil (aunque no imposible) que una persona demasiado cómoda (no inclinada a colocarse en situaciones peligrosas) practique la verdadera fe. Aquellos que están “en problemas” desarrollan una fe muy profunda puesto que les resulta necesaria para sobrevivir. La ironía de esto es que los cómodos necesitan más de la fe ya que son más susceptibles a la depresión y al aburrimiento, y pueden llegar a sentir un vacío espiritual hasta que por fin tienen fe en sí mismos y salen a practicar su espiritualidad especial como un don para el mundo.
La fe y la esperanza no son sustancias tangibles; no son lo mismo para todos. Los aceleradores angélicos tales como la fe y la esperanza asumen distintas formas en cada persona, porque cada uno de nosotros es una faceta única de la luz de Dios. Ser fiel significa ser consciente, honesto y preciso. Vemos la verdad, por más incómoda que resulte, y tenemos fe en nosotros mismos para crear un resultado positivo y encontrar soluciones creativas; a su vez, esto nos da esperanza y nos convierte en verdaderos optimistas.
Los Ángeles son manifestaciones de las esencias y fuerzas energéticas de Dios, capaces de transmitir a los seres humanos aceleradores tales como la fe y la esperanza. Son dones que aceleran el crecimiento espiritual y nos traen paz al corazón. Cuando estaos felices y tenemos paz mental, somos uno con Dios y los Ángeles.


PROGRAMACIÓN ANGÉLICA
Curar el Planeta

Estamos acostumbrados a considerar la energía del planeta algo externo a nuestro ser interior. Sin embargo, toda forma parte de la ecología, nosotros somos uno con el Universo.
Es muy importante que empecemos a tomar conciencia de esto, para que nuestro crecimiento sea una totalidad concreta, donde los Ángeles puedan crear su plataforma de luz, porque necesitan de nosotros para realizar mejor su servicio.
Este ejercicio nos va a permitir comprender hasta qué punto podemos nutrir y participar para que nuestro mundo sea realmente mejor.
Primero relajamos nuestro cuerpo; vamos a cerrar los ojos y chequear la energía de luz que somos.
Ya podemos iluminar nuestros bloqueos físicos, emocionales o mentales y curar en forma más afinada nuestro sistema interno.
Comenzamos siempre relajando nuestros músculos y nos conectamos hasta llegar al plano molecular de todo nuestro cuerpo.
Visualizamos el Planeta Tierra totalmente iluminado, en el corazón, dentro de nosotros.
Construyendo en nuestro corazón una copa dorada que sostiene el mundo; en la copa hay luz, hay fuego, hay agua. Todos esos elementos van purificando la Tierra a medida que la copa va sosteniendo la energía del planeta.
Nutrimos la Tierra con la ternura y el amor, como lo haríamos con un bebito.
Al finalizar el ejercicio cerramos la imagen con al siguiente afirmación:
“Nuestra Tierra es luz, amor y paz. Se nutre todo el tiempo de la Amada Presencia que vive en plenitud en cada ser que la habita, con la copa eternamente llena en cada corazón”.
Pedimos a todos los Ángeles que se cumpla esta nutrición y curación.

EL ÁNGEL DEL ÉXITO.-


EL ÁNGEL DEL ÉXITO

Dictado por ALEXIIS

PUBLICADO POR MARIA ELENA SYRO P




El Diccionario Webster define la palabra éxito como “un resultado o una consecuencia favorable o satisfactorio… satisfacción, logro, cumplimiento”. Las enseñanzas de la Sabiduría Intemporal nos dicen que el éxito es un orden natural, que estamos en este mundo, en forma física, para alcanzar la supremacía sobre el mundo manifiesto, para triunfar sobre todas las cosas que se consideran opuestas al éxito: el fracaso, las carencias, las limitaciones, las caídas, los conflictos, loa hostilidad y la enfermedad. Si todo esto es verdad, ¿por qué las escrituras religiosas y filosóficas están llenas de advertencias acerca del éxito? ¿Por qué dicen que arroja un velo sobe los malos deseos, que el éxito está lleno de promesas hasta que lo alcanzamos y que luego ha de suscitar nuestro orgullo para traicionarnos y hacer que nos envanezcamos como tontos?

La respuesta es que existen dos modelos de éxito – el humano y el divino, el profano y el sagrado -. Y esto es así debido a que la Ley del Éxito es en realidad la Ley de la Causa y el Efecto, una espada de dos filos que puede ser usada tanto para acarrear penurias como para lograr recompensas. Siempre cosechamos lo que hemos sembrado. Esta es la razón por la cual el Único Sabio nos ha recordado que la clave de todos los éxitos consiste en reconocer que la personalidad es sólo un canal a través del cual el poder y la fuerza de éxito encuentran una forma de manifestarse en el mundo fenoménico.

Antes de seguir adelante, redefinamos el término éxito: El éxito es el orden natural del Universo, el cual ha sido completamente ordenado pro Dios como una fuerza del bien apta para hacer que los efectos de este mundo sean reemplazados por la divina Realidad – para transformar el fracaso en satisfacción, la carencia en abundancia, la enfermedad en plenitud y la discordia en armonía, como el Poder que se manifiesta a través nuestro para alcanzar la satisfacción y los logros de acuerdo con la Ley del Ser.

Y, ¿cuál es la Ley del Ser? Es la conciencia. Todo lo que existe en nuestras vidas y en nuestros mundos individuales está basado en el tono, la resonancia, la estructura y la vibración de la conciencia. Los más brillantes éxitos en todas las áreas de la vida son ahora nuestros, debido a que Dios ya ha satisfecho todas nuestras posibles necesidades otorgándonos el Reino ya terminado, en el que, por supuesto, está incluida la Energía del Éxito. Este Reino, esta energía, sólo existe ahora en la conciencia y nuestra función consiste en liberar ese éxito que ya está fluyendo por los circuitos divinos, peor que, de alguna manera, ha sido perjudicado por la ignorancia y las falsas creencias.

Como ocurre con todos los otros tesoros de la vida, para alcanzar el éxito no debemos tratar de manipular los efectos, sino que sólo debemos buscar la forma de eliminar los obstáculos que bloquean la conciencia.

¿Cuán exitosa eres? Hazte a ti misma esta pregunta: ¿Qué significa para mí el éxito en esta coyuntura de mi vida, y qué apariencia debería tener el mundo si todas las cosas en mi vida fueran exitosas?”. Crea esa personal visión ideal de lo que constituye el éxito tal como tu puedes concebirlo en tu mente. Examina tu estilo de vida, tu trabajo, tu entorno, tus relaciones, tus finanzas. Trata de sentir la forma en que el éxito ser vería realmente y relaciónalo específicamente con vos.

Ahora considera la forma en que has estado viviendo. Retrocede unos pocos años y avanza paso a paso hasta el día de hoy. Examina las tendencias generales de tu vida y el grado de satisfacción que has alcanzado durante esos años y, rápidamente, compara lo que estás viendo en el mundo objetivo con la visión ideal del éxito que tienes en tu mente. Sobe una escala de 1 a 10 (10 representa el nivel superior), califica el actual nivel de éxito que has obtenido en las áreas de tu vida que hemos mencionado más arriba, y también en cualquier otra categoría que te venga a la mente.

Simplemente, establece un promedio entre los diversos aspectos de tu vida, sin detenerte demasiado en ninguno de ellos. Divide el total de las cifras por el número de áreas o categorías que has examinado. Una vez que has logrado obtener la cifra promedio – que representa en general el índice de cuán exitoso te sientes en tu vida -, considera todo lo que necesitas hacer de ahora en adelante. Por ejemplo, si has obtenido un cociente general de éxito de 7, eso quiere decir que sólo necesitas cambiar un 30 por ciento de tu vida. Si ese conciente fuera de 5, necesitarías refundir y modelar el 50 por ciento de tu vida.

Es importante estar preparada para dejar de lado todo aquello que uno desea en la vida y para aceptar lo que realmente desea. Recuerda que has llegado hasta tu actual encarnación para ser una constructora, a pesar de que muchas personas no construyen exitosamente sus vidas debido a que temen que eso ha de retardar su evolución espiritual o al miedo de hacer algo que Dios no desea que hagan. Algunas personas llegan incluso a sentirse culpables por ser felices, porque su vida está llena de abundancia o de dinero, o por tener más salud que la que otros parecen tener.

Si tú tienes en mente esa clase de pensamientos, retrocede hasta lo que es esencial, y recuerda que Dios ha creado un reino en el que no falta nada. En ese reino ha incluido todo aquello que puedas necesitar para vivir gloriosamente, tanto en tu conciencia como en la forma física que ha encarnado en el plano tridimensional. Recuerda también que ese reino ya nos ha sido dado a cada uno de nosotros. Como ya he dicho anteriormente, lo tenemos todo y lo tenemos ahora.

También sabemos que Dios no está directamente involucrado con los efectos de este mundo, sino que es nuestra conciencia de cualquier cosa que reconozcamos y aceptemos en el gran Depósito la que se proyecta y se manifiesta como forma física y experiencia. Y que, mientras mayor sea la vibración de aceptación que resuene en nuestra conciencia, mayor será la forma y la experiencia, debido a que en el Reino no existen grados de salud, de riqueza y de éxito. Allí sólo existe el flujo infinito de la totalidad y somos nosotros los que – midiendo de acuerdo con los patrones de nuestra conciencia – ponemos límites al Gran Ilimitado. ¿Cómo alcanzar el nivel del 100 por ciento? Trabajando en íntima relación con el Ángel del Éxito.

En algunos de los antiguos colegios de Misterios, el Ángel que representa la Energía del Éxito en el campo aúrico de cada individuo era llamado Kronos, un ser que destruía las limitaciones aparentes del tiempo del mundo tridimensional, para revelar en el momento presente la Divina Realidad de la satisfacción y la plenitud. En otras academias sagradas, este Poder Causal era conocido por el nombre de Saturno – el repartidor de los dones y el dador de recompensas de acuerdo con el principio de sembrar y cosechar.

Los místicos hindúes llaman a este Ángel Shiva, que significa “el bondadoso” – un ser que destruye lo que ha creado la naturaleza inferior y restaura las visiones de la naturaleza superior, para que el individuo pueda tener una vida más plena.

En las escuelas, los maestros que asumían el rol de este Ángel basaban algunas veces su enseñanza en cuatro lecciones básicas que conducían a la iniciación:

1) El ideal superior del aspirante.
2) El éxito ya existente del aspirante.
3) El nivel de servicio que el aspirante prestaba a los otros.
4) El fracaso como un importante componente del éxito.

El ideal que el aspirante tendría que llevar en su mente, representaría un objetivo grandioso y altruista que debería ser alcanzado durante la vida del individuo. El estudiante crearía en su mente una idea que se ajustara a su visión más inspirada de la satisfacción y la plenitud y, por medio de una amorosa contemplación, la iría nutriendo hasta convertirla en un objetivo óptimo.

El propósito general de su vida podía concentrarse en la música, la literatura, la escultura, la arquitectura, o en resolver de nuevas maneras los desafíos representados por los problemas humanos, pero la adquisición de bienes materiales no estaba incluida en ese objetivo fundamental. La comodidad física y la prosperidad se consideraban “cosas que venían por añadidura”, es decir que llegarían a partir de la apropiada ejecución del plan superior.

El maestro recalcaba continuamente que todos los logros y realizaciones entrevistos mentalmente en las cámaras de la imaginación, representaban de verdad de lo que el estudiante ya era y ya poseía como algo inherente a sí mismo. En otras palabras, los ideales superiores concebidos en la mente eran reconocidos como realidades que ya existían como parte de la identidad del Yo, pues el Yo es la sustancia de todas las formas y experiencias.

Nosotros, también, debemos llegar a asociar todo lo que deseamos en el plano físico con aquello que ya existe en el mundo invisible, formando parte de nuestro YO SOY.

El servicio era considerado en forma similar a la de nuestros días -”¿Cómo puedo hacer para contribuir mejor con este mundo?” -. A través de este deseo de dar a los otros, como una forma de cumplir con el propósito de nuestra vida, nuestros ideales adquieren mayor claridad y atraemos hacia nosotros los recursos que necesitamos para poner en acción nuestro plan.

En cuanto a lo que concierne al fracaso, el maestro tibetano Djwhal Khul dice que el fracaso no existe, que “lo que existe es sólo una pérdida de tiempo”. Pero Djwhal Khul también se hace eco de las viejas enseñanzas cuando dice que “aprendemos por medio del fracaso… y una lección aprendida por medio del fracaso actúa como una salvaguarda para nuestras acciones futuras. De ese modo nos lleva hacia un rápido crecimiento. deberíamos reconocer al fracaso – si es que existe -, para entonces, con el rostro elevado hacia la luz y una sonrisa dibujada en los labios, volver la espalda a eses fracaso y continuar marchando equilibradamente hacia delante. La única excusa aceptable está basada en el fracaso para aprender lecciones de ese fracaso”.

En el tarot, este poder es simbolizado por el Mundo, una carta que significa la realización final y exitosa de toda clase de materia. Representa la plenitud, el cumplimiento, la suma total de la creación. “Nos muestra que la danza de la vida se ejecuta por medio de la construcción de las formas y la solidificación el poder que nos va otorgando una mayor definición. Ese poder es el que nos capacita para evaluar y para conocer con exactitud y precisión”.

Esa “mayor definición” y esa “exactitud” también pueden relacionarse con la estructura, que es uno de los atributos simbolizados por Saturno. La energía astrológica de Saturno – utilizada por este Ángel – rompe las condiciones existentes mediante la fuerza de su energía de impacto, para que los ideales superiores puedan ser percibidos intuitivamente.

Si te acuerdas, el Ángel Discernimiento está considerado un arquetipo de la Liberación de la deuda Kármica. Y ¿quién emite las órdenes para que esas cuentas sean pagadas? Ni más ni menos, que la energía de Saturno, al que también se conoce como el Señor del Karma, el único que supervisa el cumplimiento de la Ley de Causa y Efecto, el que asegura la conservación del perfecto equilibrio y nos obliga a prepararnos para el futuro.

En un contacto con el Ángel del Éxito el mismo manifestó:

“Piensa de otra manera en el tema del gobierno. Piensa en ti como en un gobernante, alguien que tiene autoridad. YO SOY la Energía de la Causa y el Efecto. ¿Debes gobernar como Causa o ser un sirviente del Efecto? YO SOY la Ley. Por eso me temen. No han sabido hacerse cargo del trono del poder y la autoridad y ahora son las víctimas de un trono rechazado y están sujetos a una vida de esclavitud. Esa es la razón de que teman a Dios. Dios – la Ley Todopoderosa – no puede ser cambiado, pero con comprensión de la Ley, el miedo se transforma en éxito. El poder y la autoridad activan la abundancia para forma la sustancia de la fe a través de la Energía del Amor. El Reino debe ser gobernado, o de lo contrario ha de sumirse en la pobreza y la decadencia.

“Yo sé cómo trabaja la Ley. YO SOY el Señor del karma. Bailo al compás de la música de la conciencia demostrando infaliblemente el poder creativo de la sinfonía que tú estás dirigiendo. Soy el productor de la obra que tú estás dirigiendo. Comedia, drama, misterio, horror. Tú escribe el guión y yo lo produzco.

“El temor a Dios es miedo a tu propia expresión creativa. Yo podría meterte en problemas, pero tú no podrías hacer nada para impedirlo. Mi energía también actúa sobre eso, de modo que en ese estado de conciencia podrías llegar a temer a Dios. Pero tú eres Dios, tú eres quien gobierna tu mundo de experiencia – y un gobernante atemorizado vive en un reino espantoso -. Un gobernante exitoso desempeña su tarea con amor, comprensión, poder y autoridad que rige un reino de belleza, abundancia y paz.

“Elige entre ser gobernado por la Ley o gobernar con la Ley. El verbo se ha hecho carne. ¿Qué es lo que quieres ver hecho carne?”

Es interesante destacar que en el Libro de Josué (1:7-8) se nos dice que podemos alcanzar gran éxito por medio de tres acciones: a) ser firmes, b) tener valor y c) meditar noche y día en la Ley. Esto significa que debemos tener propósitos firmes, ser audaces e intrépidos y tener permanentemente en cuenta la Ley de la Causa y el Efecto – el principio del karma -, que afirma que no puede emplearse ninguna clase de fuerza, mediante el pensamiento, la palabra o los actos, que no produzca el correspondiente efecto.

La energía de Saturno que utiliza el Ángel del Éxito también has ido llamada la Energía de la Oportunidad, y provoca la destrucción de todas aquellas cosas que obstaculizan la expresión de los ideales superiores del individuo. Nos brinda la oportunidad de elegir – de aceptar – nuestro bien superior y de rechazar lo viejo y, con este rechazo, lo viejo desaparece, es “destruido” en sentido figurado. Con sus poderes de irradiación y de atracción nos ayuda a determinar nuestro “verdadero lugar”, a través de la comprensión de la estructura y de la capacidad de ser ingeniosos, prácticos y responsables. La energía nos proporciona disciplina, espíritu de cooperación, buena capacidad de razonamiento y un fuerte sentido del honor y la integridad.

Cuando la energía de este Ángel se encuentra bloqueada, el individuo carece de inspiración. Experimenta un pobre concepto de su propio valor, sentimientos de inferioridad y la sensación de que está siendo dominado por los demás – también experimenta muchos fracasos en las diversas áreas y actividades de su vida. Debido a que el éxito es algo natural, cuando se consigue anular las proyecciones del ego, eso significa que en el divino esquema de las cosas, ya no puede haber esperanzas, deseos o sueños que no hayan sido cumplidos o satisfechos en los planos interiores de la conciencia.

Haz contacto con este Ángel y pregúntale cuáles son las cosas que tú estás haciendo y que están limitando tu propio éxito. Deja que te muestre cuales son tus falsas creencias que pueden estar bloqueando el flujo de tus energías. Y, con su ayuda, también podrías llegar a comprobar tu naturaleza intuitiva, afirmando que “intuitivamente, siento que las siguientes percepciones erróneas de mi conciencia están limitando las posibilidades de alcanzar el éxito en mi vida”, y escribe todo lo que sientas. Examina todos tus patones erróneos, tus temores, tus sentimientos de culpa. Proponte desprenderte de todos ellos y luego entrégalos al Fuego Sagrado del Yo Superior.

Finalidad: Proveernos la energía necesaria para ser realmente exitosos en nuestro “verdadero campo de acción” – la energía para dominar las situaciones por medio del autoconocimiento.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: apatía, letargo, falta de inspiración, holgazanería.
Su energía resulta bloqueada debido a: al sensación de inferioridad y de ser dominado por los otros; un bajo sentido del propio valor.


TRABAJOS GRUPALES
Dos o más personas, al trabajar juntas, aumentan la energía que se puede aplicar a un problema o situación. Agrega los Ángeles y podrás tener una combinación lo bastante potente como para crear milagros. Te voy a suministrar ejercicios y ejemplos de cómo las alianzas angélicas pueden contribuir a la transformación y a la curación de nosotros mismos y de nuestro mundo.

Los Ángeles dice que ciertas radiaciones, emanaciones de desperdicios nucleares y algunos de los grandes contaminantes planetarios son especialmente propicios a la transformación por formas de alquimia espiritual. Una de estas técnicas espirituales es la visualización guiada, que se puede ampliar notablemente convocando a los Ángeles para que añadan sus considerables energías.

Un verdadero ejemplo de uno de esos aparentes milagros en acción pasó en 1984, cuando un estudiante, poco después de haber comenzado a trabajar intensamente con los Ángeles en proyectos globales, recibió a mediados del mes de diciembre noticias de un carácter extraño y aterrorizante. Las fechas eran muy importantes porque todo el asunto tienen un flanco muy exacto. Al parecer, en Francia había un hombre, ateo devoto, que había estado recibiendo en sueños la visita de su madre, fallecida recientemente.

La mujer, que había muerto pocas semanas antes, según creo, le informaba con insistencia que iba a producirse una fisión en el reactor atómico de Cape de la Haya. Y daba fechas exactas: entre el 16 y el 18 de enero de 1984. Las visitas nocturnas se tornaron tan acuciantes y perturbadoras que el hombre comenzó a hablar del caso con algunas personas. Desde luego, sus advertencias fueron extensamente desechadas, sobre todo por los mismos que tenían la responsabilidad y habrían podido hacer algo al respecto; el círculo científico.

Por suerte, entre los que se enteraron hubo una mujer vinculada con algunas personas que se tomaban esas situaciones muy en serio: gente que creía en lo sueños. El estudiante que comentó esto se hallaba en Gran Bretaña, pasando un tiempo en Glastonbury, que por allí se conoce como el chakra del corazón de Inglaterra. Es un sitio muy poderoso y sagrado, con una vigorosa comunidad espiritual.

La noticia llegó a la comunidad espiritual de Glastonbury, Inglaterra. Pronto se descubrió por qué. Tal como el cuerpo humano tiene líneas energéticas llamadas meridianos, que fluyen a través de él, también las tiene nuestro planeta. Los grandes meridianos de energía que se entrecruzan en la faz de nuestro planeta se llaman “líneas ley”. Glastonbury se alza justamente en una de estas líneas principales, que corre a lo largo de toda Francia, cruzando el canal de la Mancha y, siempre con rumbo norte, hacia el interior de Inglaterra. Sucedía que la planta de energía atómica de Cape de la Haya estaba situada exactamente en esa línea. Nadie sabía exactamente qué significaba eso, pero causaba malos presentimientos.

Hubo conciliábulos y meditaciones. Se solicitó ayuda a Ángeles y guías y se trazó un plan de acción. Varios individuos fueron enviados a enterrar cristales de cuarzo en puntos clave a lo largo de la línea en la que estaba el reactor.

Llegado el día predicho, la gente formó grupos pequeños para sentarse a meditar profundamente, concentrando el deseo de su corazón en guiar las energías atómicas y transformarlas con la ayuda de nuestros Ángeles en emanaciones positivas de curación.

¿El resultado? Un tremendo impulso de energía armonizadora y regenerativa fue entregada en sitios significativos de poder espiritual. Entre los participantes, la sensación de poder, por fin, hacer algo práctico para devolver la armonía y el equilibrio a nuestro planeta, y el informe de un niño de ocho años que vio, suspendidos por encima de la famosa Glastonbury Tor, una colina próxima a la Catedral de Glastonbury, un pequeño grupo de discos voladores de brillo refulgente, exactamente a la hora de la máxima energía.

¿Resultó? ¿Fue todo obra de nuestra imaginación? Las autoridades atómicas de Francia, ¿tuvieron algo que decir? Pues bien: el reactor no se fundió en enero de 1984. quienes tengan oídos, que oigan.

Cuando cualquiera de nosotros echa un buen vistazo al estado al que hemos llegado en este planeta, tiende a sentirse abrumado por la increíble complejidad e interdependencia de todos los factores que deben ser tenidos en cuenta en una transformación global. Se explica que parezca tan imposible concebirla… o alcanzarla.

Todo parece ligarse irrevocablemente con todo lo demás. En el Golfo de México mueren los delfines por los efluentes de las fábricas norteamericanas. Los agujeros en las capas polares de ozono se abren y se cierran según el desodorante que utilicemos. Las selvas que se queman en Brasil afectan a la calidad del aire de Boston. El deseo de consumir afrodisíacos en el Extremo Oriente aniquila a los últimos rinocerontes del África. La lista es interminable y crece diariamente. Todo parece demasiado complejo para las soluciones simples.

¿O no? ¿Es posible que tengamos ante nosotros algo simplísimo… y a fuerza de buscar no logremos verlo?

La respuesta es simple, sí. Consiste en el cuidado humano. La capacidad de interesarse y preocuparse por la situación ajena. Y como tantas otras cosas, la caridad bien entendida comienza en casa… con nosotros mismos. Si no nos ocupamos de nosotros mismos, ¿Cómo podemos ocuparnos de otras cosas u otras personas?

Si cada uno de nosotros se preocupara por lo que es y por su verdadero propósito en la vida, si cada uno se ocupara de los demás, de la vida en todas sus formas, de las aguas, el aire, las grandes selvas y los animales, todo lo demás se daría naturalmente.

Todos sabemos lo que significa interesarse. Lo sabemos porque nos gusta que los demás se interesen por nosotros. Pero nos dejamos inducir al olvido del interés. Dejamos que el miedo nos aturda y entontezca. Y es el miedo lo que ahuyenta el interés; el miedo y la ignorancia.

Pero cada uno de nosotros puede revertir esa tendencia en sí mismo. En cualquier momento, en cualquier estado de ánimo, podemos comenzar por interesarnos por lo que tenemos aquí mismo, bajo las narices. Si cada uno de nosotros lo hace y persevera, este sencillo acto creará una oleada de interés que provocará en verdad, la transformación global que todos deseamos ver con todo nuestro corazón. Cuando cada uno de nosotros recuerde hacer lo suyo con más atención y hacer más de lo que nos interesa, de lo que más amamos, entonces la diferencia será inmensa y maravillosa; la sentiremos inmediatamente; primero, cada uno de manera individual; luego, todos nosotros juntos.

Puedes decir: “Sí, la solución es simple. Pero ¿cómo se hace? ¿Cómo aprenderemos a interesarnos? ¿Cómo nos acordaremos de interesarnos, si en toda nuestra historia nadie se ha cuidado del prójimo?

La respuesta a esa pregunta también es simple. Es la manera angelical. Cuando nos abrimos a los Ángeles nos abrimos a una fuente de amor que es infinita en su abundancia. Y después de todo ¿no es amor lo que estamos buscando?

Los Ángeles tienen dos maneras de trabajar con nosotros en la curación y la transformación globales. La primera es mediante la información directa, compartiendo con nosotros el conocimiento que nos pondrá a todos en el siguiente paso de la tecnología, cultura y conciencia. Esto ocurre cada vez que nos abrimos a nuestros Ángeles y dialogamos con ellos. La segunda manera es compartir su energía; al hacerlo, los humanos avanzamos hacia una conciencia colectiva; nos convertimos en un solo corazón, una sola mente.

Los Ángeles son seres colectivos, al tiempo que son muy individuales. Desde hace siglos, los humanos luchamos para equilibrar nuestra individualidad con nuestra naturaleza colectiva. En casi todas las culturas, el individuo ha sido incluido en lo colectivo, pero en las últimas centurias hemos visto un creciente interés pro el yo, a veces en oposición a la comunidad y, a veces, a expensas de ella, sea ésta la familia, la ciudad o la nación.

Cuando alternamos con los Ángeles, cada vez que absorbemos su energía, recibimos por ósmosis parte de su capacidad de ser exactamente quienes son, en armonía con el todo, en armonía con Todo lo Que ES.

Los participantes en una reunión con los Ángeles llegan cada uno con su creencia diferente. Al invocar a los Ángeles, que son comunes a tantas tradiciones religiosas, se eliminan todas esas diferencias, creando un terreno común, un campo de conciencia unificada. La energía de este campo es más profunda y más amplia que la que puede producir un solo individuo. Abarcados en ese campo que sostiene el Ángel Vinculador del grupo, a todos les resulta muy fácil conocer a sus propios Ángeles.

La contribución de cada uno, cordialmente incorporada a ese campo, se suma a una sabiduría y una visión que una sola persona, por sí, no habría podido crear. Cada individuo cuenta otra porción de la historia humana; cada uno lleva una parte del sueño que todos necesitan oír. En sucesivas ocasiones alguien expresa un pensamiento utilizando las mismas palabras que otra persona pudiera decir. Eso reanima y reconforta. Uno se siente completamente escuchado y comprendido. No importa de qué boca hayan surgido esas palabras: lo que se debía decir ha sido dicho. Y uno sabe, con tremendo alivio, que no es necesario hacerlo todo por sí solo. Porque no se está solo.

Dos amigos que forman un grupo con sus Ángeles crean una diferencia en el mundo. La familia que se abre a los Ángeles crea una diferencia en el mundo.

En la larga historia del planeta, algunas culturas han cobrado conciencia de los reinos celestiales de maneras tan suaves y sinceras que pudieron trabajar con ellos a lo largo de los siglos. Una de esas maneras fue lograda a través de las familias.

A veces, empero, cuando una familia cobraba conocimiento del Ángel que la presidía, quizás visualizándolo como un Dios doméstico, el Ángel se retiraba. Tal como hemos visto, a los Ángeles no les gusta que se los adore. Sin embargo, si se puede mantener el equilibrio (tal como ocurrió en la gran cultura minoica que floreció en la Isla Crea unos dos mil años a. de C.) durante mil quinientos años sin guerra, entones puede prosperar una civilización avanzada.

Tu familia o los miembros de ella que estén abiertos a estas cosas ¿querrían reunirse para sintonizar a su Ángel Vinculador? En momentos de tensión y crisis, tales como una enfermedad o una muerte, sintonizar con el Ángel Vinculador de una famita facilita la curación y la comunicación. Si vas a mudarte, si esperas un bebé o vas a celebrar otro gozoso rito de transformación, deja que el Ángel de tu familia se una contigo y celebre también.

Recuerda que puedes trabajar con los Ángeles en grupo, aunque no todos hayan hecho este estudio. Por ejemplo, cuando os reunís para las comidas, siente la presencia del Ángel guardián de cada uno y la del ángel que custodia a toda tu familia. Puedes invocar a estos seres, e voz alta o para tus adentros, y agradecerles su vigilancia.

En el trabajo, en la escuela, tú puedes hacer otro tanto. Cuando llegues, siente la presencia de los Ángeles guardianes de todos tus compañeros de trabajo o de estudios. Y siente la presencia de los Ángeles que vigilan toda la tienda, la empresa, la oficina o la escuela. En asamblea, en reuniones de personal o de directorio, invoca a los Ángeles de todos los presentes…y también a los Ángeles vinculantes.

Todo el mundo tiene un Ángel guardián y todo el mundo recibe el impulso de los Ángeles, aunque no entiendan cómo. Puedes poner la imagen de un Ángel en tu escritorio o en el tablero de informaciones. Basta hacerlo para tocar una nota muy honda en quienes la vean. Y no tienes por qué decir nada al respecto.

Cuando estés sentada en un autobús o esperando en el banco formando fila, siente a todos los Ángeles, invítalos a acercarse más. Imagina que eres una tejedora del Cielo y la Tierra. Dondequiera que estés, hagas lo que hagas, a cualquier hora del día o de la noche, cuando te abres a los Ángeles haces tu parte en la transformación de nuestro mundo, a través del cuidado y la bondad.

Para llevar ese cuidado un paso más allá, te ofrezco un proceso ideado para un grupo. Es tan simple que cualquiera puede hacerlo, mantengan o no contacto directo con los Ángeles. Puedes hacer este ejercicio con un solo compañero, pero te sugiero que trabajes con dos personas más, cuanto menos, para anclar seguramente la energía angélica en el mundo. Si las personas de tu grupo saben qué es el chakra del timo, invítalas a sentir que una telaraña de energía conecta a todas las personas del círculo, de timo a timo.

Es útil poner en el centro del círculo cristales o piedras que sean especiales para ti, una vela, una flor u otros objetos significativos, para crear a un tiempo un altar y una lente que enfoque la energía grupal. También es muy apropiada una imagen de la Tierra o un globo terráqueo.

Por separado te daré la visualización grupal para la curación planetaria.
Una vez que hayan terminado el ejercicio, sentaos todos a discutir la experiencia. ¿Qué ha sendo, qué ha visto cada uno? Observad que las diferentes experiencias se entretejen en un tapiz más grande. Podéis haber recibido información sobre acciones específicas que hay que iniciar. En una reunión, varias de las personas se sintieron llamadas a plantar árboles. En otro círculo, los participantes fueron convocados a participar en una organización recicladota del vecindario.