CHAU...ADIOS A LA LIBERTAD EN BLOG



ESTE ES MI NUEVO SITIO,(todavía en construcción),AL CUAL ME TRANSLADO, CUANDO BLOGGER APLIQUE CENSURA. GRACIAS.

MIENTRAS PUEDA SEGUIRE EN ESTE BLOG

domingo, 5 de diciembre de 2010

LOS ANGELES CUSTODIOS.-


LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN:
Es muy difícil comunicarnos con nuestro Ángel cuando albergamos odio, rencor o resentimiento en nuestro corazón. Se sugiere hacer el ejercicio del Perdón durante 21 días seguidos. Este ejercicio se puede hacer con 21 velas (candelas) que pueden ser de color blanco o color de rosa.
Cuando se guarda rencor se obstruyen los centros energéticos del cuerpo vital y aparecen enfermedades, depresiones y angustias. El aura permanece oscuro y denso y se forma una barrera energética de baja vibración que dificulta la entrada de energías (bendiciones) celestiales. Deberás armonizar tu vida y permitir que lleguen a ti las bendiciones del cielo. Perdona a todos los que tú sientes que te han ofendido y a los que tú has ofendido, mentalmente pídeles perdón mientras prendes la vela del Amor Angelical.
Durante 21 días deberás prender diariamente una vela y rezar la oración del Perdón. La vela deberá consumirse completamente cada día.
ORACIÓN DEL PERDÓN:
“Ángel de mi Guarda: De acuerdo a la voluntad de Nuestro Padre y en nombre de nuestro Divino Jesucristo, por favor ayúdame y dame la fuerza para perdonar a todas las personas que yo considero que me han hecho daño, especialmente a …… (mencionar al (o los) que crees que te han ofendido), y también para que me perdonen los que yo he perjudicado, especialmente… (mencionar al (o los) que tú has ofendido). Intercede por mí para que los Ángeles del Perdón les lleve amor, salud, paz y felicidad. Ángel mío, ¡Necesito tu apoyo! porque quiero vivir en paz y agradarle más a Nuestro Padre Celestial. Gracias querido Ángel Guardián.
Al llevar a cabo este ejercicio todos los días durante un tiempo prolongado, preferiblemente 21 días o múltiplos de 7, se forma una bóveda de materia etérica donde se albergará un bellísimo Ángel que nos estará recordando la importancia del Perdón para que nuestra vida sea armoniosa y podamos atraer sólo situaciones bellas. Siempre que sentimos la necesidad de reforzar el amor debemos prender las velas del Perdón.”
“Todas las noches al retirarnos a dormir, es importante dar gracias a Nuestro Padre por el bello día que acabamos de vivir; siempre hay que enfocar nuestra atención en las cosas buenas que se dieron, y si hubieron situaciones contradictorias, verlas como oportunidades para crecer. Después, visualizarnos cobijados en en brazos de nuestro Ángel Guardián. Es una buena costumbre hacer un recuento de las actividades del día, de atrás para adelante, es decir, revivir los acontecimientos que se dieron durante el tiempo que comprende desde el comento de disponernos a dormir hasta el momento cuando nos despertamos esa mañana. Se debe visualizar los eventos como sobre una especie de pantalla cinematográfica; no importa si nos quedamos dormidos porque nuestra mente continuará el proceso. Si durante el día sucedió algo que nos inquieta, alguna injusticia que se llegó a cometer, alguna negligencia, mal trato, grosería, etc., son situaciones que no permitirán que esté tranquila nuestra alma, por lo que se sugiere pedir perdón a Dios y luego, mentalmente a la persona que hubiera sido víctima de nuestra falta. (Si es posible, también hacerlo personalmente a su debido tiempo). Si percibimos como injusto algo que nos sucedió en el día, comprender que ha sido descuido de alguna alma que evoluciona, cuya personalidad (igual que la nuestra) aun comete errores. Hay que perdonar y perdonarnos, porque sólo perdonando podremos vivir tranquilos. Nuestra alma no puede soportar el peso de la culpa y del rencor; se entristece y cuando esto sucede, lo refleja en el cuerpo material por medio de una enfermedad; porque los malestares, las dolencias y los achaques son las formas que usa nuestra alma para decirle a nuestra personalidad: “PERDONA Y PERMITE QUE TÚ Y YO PODAMOS ESTAR EN PAZ Y SONREÍR.”

Busca la asistencia del Ángel del Perdón, que llega a tu corazón para hablarte de esta manera:
YO SOY EL ÁNGEL DEL PERDÓN:
Hoy llego a ti para tranquilizar tu vida, para que encuentres paz, felicidad, amor abundancia y perdón, para que todo lo disfrutes con salud celestial. Porque nada hay cuando no hay perdón.
Por esto quiero que te acerques a mí, que te sientes en mi regazo y que apoyes tu cabeza sobre mi pecho. Quiero consolarte y hablarte.
Aspira mi esencia de purificación… así… suavemente, y escúchame: Cuando se guarda rencor, cuando no se concede el perdón… se bloquean las energías celestiales… las bendiciones de Dios.
Para armonizar tu vida, para que fluya hacia ti la esencia del amor… deberás olvidar los rencores, ser indulgente y perdonar. Enciende diariamente en tu hogar y en tu corazón una vela rosa del perdón celestial… para todos aquéllos que consideras que te han ofendido y por los que tú has ofendido. Pídeme que interceda llevando a su mundo mi emanación divina del amor. Te llegará a cambio: armonía, felicidad, salud y más amor…
Cuando logres perdonar, recuperarás tu espacio de luz y como ráfagas divinas… torrentes de bendiciones llegarán hasta ti. Llámame siempre que sientas las cadenas esclavizantes del rencor. Yo te liberaré, te ayudaré a zafarte de ese yugo y verás que tu vida se tornará feliz. Ahora… respira sin opresión… todo está bien…suéltate y sal a recibir el día con amor. Te espera el triunfo hoy.”
TU ÁNGEL GUARDIÁN
Los Ángeles determinamos a los seres humanos, por la intensidad de su luz. Cuando ayudas a otros tu Luz brilla como una bellísima estrella y entonces todos los Angeles, ni estatura ni tu peso, ni tu condición social, ni el credo que practicas queremos estar cerca de ti. Para nosotros no tiene importancia el color de tu piel. No cuenta si eres “italiano, chino, francés mexicano, neocelandés, español, norteamericano, sudafricano o tailandés, no nos importa que uses un cuerpo blanco, indio, oriental, negro o mestizo; que “seas” rico, poderoso, pobre o mendigo. Sólo nos importa la Luz que proyecta tu alma. No nos importa tu cuerpo físico porque sólo es un traje que estás usando hoy… para el trabajo de hoy… no puede proyectar la luz porque es energía pesada, compacta, densa…Pero tu alma si puede proyectar Luz… y esa Luz crece cuando ayudas desinteresadamente a otros, cuando amas a otros porque comprendes que todos somos hermanos, porque Todos somos hijos de un mismo padre…porque todos en el universo somos miembros de una sola Raza de una Raza Inmortal… porque todos somos de Esencia Divina… Todos somos Hijos de Dios…Ahora…ven escúchame con ternura… trata de ser tolerante con todos los seres humanos… no importa que no tengan tus características físicas, emocionales o mentales… trata de amarlos… trata de ver en ellos la misma Esencia Divina que tu tienes dentro de ti… con un amor tan inmenso que rebasa todo lo inimaginable… Recuerda que sólo tienes que apoyarte en mí, porque puedo enseñarte a resplandecer divinamente…
Tu Ángel Guardián

Novena a los Santos Angeles


Meditación
Los ángeles nos acompañan en adoración. Son ministros del Señor, infinitamente bueno. Es voluntad de Dios que nos ayuden a adorarle.
Los ángeles presiden las reuniones del culto cristiano, como se ve por las oraciones de la Iglesia. La liturgia es una participación de la que celebran los ángeles en el Cielo. Unámonos a ellos con reverencia para alabar a Dios. Su ministerio consiste en inspirarnos con fe y amor a que realicemos dignamente nuestra adoración. Nos preparamos internamente para recibir los Sacramentos, pues la Iglesia los invoca en nuestra ayuda.
Los ángeles nos ayudan contra el mal. Ellos nos ayudan en la lucha contra el diablo. El Nuevo Testamento nos pide que tengamos fe en Dios, fe en Cristo, y que usemos las armas de Dios. Dios envió sus ángeles para darnos la ayuda que necesitamos contra el mal. Este es su misterio en la obra de nuestra salvación, continuando la batalla una vez comenzada contra Lucifer y sus ángeles rebeldes.
Nos inspiran pensamientos contra las insinuaciones diabólicas y nos invitan a que acudamos a Dios en oración. Solo en el Cielo conoceremos lo mucho que realmente nos han ayudado en la lucha contra el diablo.
Los ángeles anhelan nuestra salvación. Con los ángeles participamos de la vida divina, y somos como ellos criaturas de Dios en Cristo Jesús. Por eso, ellos anhelan nuestra salvación; que juntos con ellos glorifiquemos a Dios y disfrutemos viendo su gloria.
Con gozo los ángeles aceptan las misiones que Dios los encomienda para nuestra santificación. Vencedores de los demonios, los ángeles nos protegen contra los enemigos del alma. Haríamos bien pidiéndoles que nos asistan para rechazar las tentaciones del Malo.
Los ángeles, además, presentan nuestras oraciones ante Dios acompañando con sus plegarias nuestras peticiones. Nos conviene, pues, encomendarnos a ellos especialmente en los momentos difíciles y sobre todo en la hora de la muerte, para que nos defiendan de los ataques del enemigo y lleven nuestras almas al Cielo.
Tenemos Ángel de la Guarda. Hay algunos ángeles con misión de cuidar de las almas en particular. Se les llaman Angeles de la Guarda. Es doctrina tradicional de los primeros escritores de la Iglesia, basada en textos de la Sagrada Escritura y fundada sobre razones sólidas. Lo prueba el hecho de haber establecido la fiesta en honor de los Angeles de la Guarda.
El Creador no abandona las criaturas a que dio existencia; les proporciona cuanto necesiten para lograr su perfección natural. Cristo murió por todos y para todos mereció los medios de salvación. La asistencia de los ángeles es parte del plan de Dios para salvar a todas las gentes.
Los ángeles también oran por nosotros. En las vidas de los santos observamos que se comunican frecuentemente con los ángeles. Comunicación fundada en la sencilla fe de que espíritus invisibles a quienes el amor induce a orar por las personas en particular y por las comunidades ante el torno de Dios.
Los ángeles ayudan ante todo en el campo espiritual y sobrenatural. Esto lleva consigo su solicitud por las necesidades corporales en la medida en que éstas se relacionan con la salvación y santificación.
Debemos amar y venerar al propio Angel de la Guarda, por que él nos mantiene en comunicación con el Cielo. Ha sido siempre y continúa siendo nuestro devoto amigo, dispuesto en todo momento a ayudarnos en nuestro camino del Cielo.
Honrando a nuestro Angel de la Guarda, honramos a Dios al mismo tiempo, pues lo representan en la tierra. Es gran honor tener por amigo a criatura tan bella y leal a Dios.


La Palabra de Dios
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado.
Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre. Ex 23, 20-21
Que Él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos.
Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie; Sal 91, 11-12
«Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mt 18, 10
Oraciones
Oración propia de la novena
Padre Celestial, Creador de cielo y tierra, te alabo y te doy gracias porque, además de crear el mundo visible, has creado los cielos y los innumerables espíritus. Los creaste con todo esplendor, dotados de poder y de entendimiento, y dándoles en abundancia las riquezas de tu gracia.
Te alabo y te doy gracias por haber derramado estas bendiciones sobre los ángeles buenos, en especial sobre mi Angel de la Guarda, y por haberles premiado con la gloria eterna cuando pasaron el tiempo de prueba. Ahora rodean tu trono para siempre jubilosos: Santo, santo, santo, ¡ Señor Dios de los ejércitos! El cielo y la tierra están llenos de tu gloria. ¡Hosanna en las alturas!
Hijo eterno de Dios, te rindo honor como al Rey de los ángeles. Tú mismo te has dignado nombrarte y actuar como ellos viviendo entre nosotros, como Angel y Mensajero de Dios. Fuiste el compañero fiel y el constante guía del pueblo escogido. Por tu encarnación viniste a ser el embajador de nuestro Padre celestial y el Mensajero del gran decreto de la Redención.
Para tu mayor gloria, amable Rey de los ángeles, deseo alabar y honrar a tus servidores, los santos ángeles, en especial a mi Angel de la Guarda. En unión de los santos ángeles te adoro y reverencio como mi Salvador y mi Dios.
Espíritu Santo, divino Artista, Dedo de la mano de Dios, con tu poder y amor creaste los ejercito de los ángeles para adorar y servir a Dios. Lo cumplen con fidelidad constante y pronta obediencia. Con amor ferviente y santo celo ejecutan tus órdenes. Divino Espíritu, Tú nos creaste también a semejanza tuya y nos convertiste en templos vivos de nuestras almas.
Te doy gracias por habernos dado tus santos ángeles, que nos ayudan, protegen y guían para que perseveremos en tu gracia durante el viaje de la vida y lleguemos salvos a nuestro hogar del Cielo. Ayúdame a escuchar atentamente sus órdenes para cumplir perfectamente tu santa voluntad y hallar al mismo tiempo felicidad en esta vida y en la venidera.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en honor de los santos ángeles te pido que, si es tu voluntad, me concedas esta gracia particular (mencione el favor que desea)
Oración a los ángeles
Angeles y Arcángeles, Tronos y Dominaciones, Principados y Poderes. Virtudes de los Cielos, Querubines y Serafines alaben al Señor por siempre.
Alaben al Señor todos sus ejércitos, siervos que cumplen su voluntad.
Santo Angel que confortaste a Jesucristo, nuestro Señor, ven y confórtanos a nosotros también. ¡Ven no tardes!
Oración a nuestro Angel de la Guarda
Querido Angel de la Guarda, por la misericordia de Dios me has sido dado para que seas fiel compañero de mi destierro en este mundo. Te honro y amo como amigo devoto a quien Dios ha encomendado el cuidado de mi alma inmortal. Te doy gracias de todo corazón por tu amor y constante cuidado de mí.
Queridísimo amigo-Angel, te pido me guardes y protejas a mí, pobre pecador. Guíame por el camino de la vida. Amonéstame contra cualquier ocasión de pecado, llena mi alma de saludables pensamientos y decidido ánimo de practicar la virtud. Intercede para que yo participe de tu ardiente celo en el servicio de Dios y con devoción ame su divina voluntad.
Perdóname querido ángel por haber menospreciado con tanta frecuencia tus consejos y no haber hecho caso de tus consejos y no haber hecho de tus inspiraciones. Procuraré en lo futuro obedecerte con decisión y fidelidad. Tú sabes lo que vale mi alma a los ojos de Dios. No me permitas olvidar que fue redimida por la preciosa Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Que ninguna mancha de pecado desfigure la belleza de mi alma, ningún mal pensamiento o acción me prive de la dignidad de hijo de Dios. No permitas que sirva de escándalo, ni sea ocasión de pecado para otros destruyendo así la obra que Cristo ha realizado en sus almas con su dolorosísima Pasión y Muerte.
Querido Angel Guardián, haz que yo disfrute de tu protección en este peligroso comino de la vida hasta alcanzar mi eterno hogar en el Cielo donde, en unión contigo y los demás Angeles y Santos, alabe para siempre la misericordia que Dios tiene conmigo. Amén.
Oración final
¡Oh Dios! Por tu providencia te has complacido en mandar tus santos ángeles para que nos protejan, nos defiendan siempre, nos custodien y disfrutemos de su compañía.
¡Señor! Te suplicamos visites nuestro hogar y alejes todas las asechanzas del enemigo. Que tus santos ángeles habiten nuestra casa y nos custodien en paz. Tu bendición siempre nos acompañe.
¡Todopoderoso y eterno Dios! En tu amable providencia has designado a todos desde el día de su nacimiento un ángel particular para que sea Guardián de su cuerpo y alma. Concédeme amar y honrar al mío de tal modo que, protegido por sus gracias, y con su ayuda, merezca contemplarte en su compañía y la de todos los ejércitos celestiales, la gloria de tu rostro en el Reino celestial. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
MATERIAL TOMADO DE LA WEB

Invocando al Ángel de la Guarda
Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en los brazos de Jesús, José y María.

ORACION Al Ángel de la Guarda
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame.
Amén.
Ángel de Guarda, dulce compañía, no me desampares ni
de noche ni de día. No me dejes solo que me perdería.
Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida,
Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén Jesús.
Que el eterno sol te ilumine, El amor te rodee, Y tu luz Pura interior Guíe tu camino
Los Santos Ángeles de la Guarda.
En la S. Biblia la palabra Ángel significa “Mensajero”. Un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos.

Ya en el siglo II el gran sabio Orígenes decía: “Los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja”.
Y se basa esta creencia en la frase del Salmo 90: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden en tus caminos”. Y en aquella otra frase tan famosa de Jesús: “Cuidad de no escandalizar a ninguno de estos pequeñuelos, porque sus ángeles están siempre contemplando el rostro de mi Padre Celestial”. Y Judit en la Biblia al ser recibida como libertadora de Betulia exclamaba: “El ángel del Señor me acompañó en el viaje de ida, en mi estadía allá, y en el viaje de
venida”.
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en
persona y exclaman: “Será su ángel” (Hechos 12, 15).
Ya en el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: “Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen.
En el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.
Consejos de un santo: San Bernardo en el año 1010 hizo un sermón muy célebre acerca del Ángel de la Guarda, comentando estas tres frases: Respetemos su presencia (portándonos como es debido). Agradezcámosle sus favores (que son muchos más de los que nos podemos imaginar). Y confiemos en su ayuda (que es muy poderosa porque es superior en poder a los demonios que nos atacan y a nuestras pasiones que nos
traicionan).
San Juan Bosco narra que el día de la fiesta del Ángel de la Guarda, un dos de octubre, recomendó a sus muchachos que en los momentos de peligro invocaran a su Ángel Custodio y que en esa semana dos jóvenes
obreros estaban en un andamio altísimo alcanzando materiales y de pronto se partió la tabla y se vinieron abajo. Uno de ellos recordó el consejo oído y exclamó: “Ángel de mi guarda!”. Cayeron sin sentido.
Fueron a recoger al uno y lo encontraron muerto, y cuando levantaron al segundo, al que había invocado al Ángel Custodio, este recobró el sentido y subió corriendo la escalera del andamio como si nada le
hubiera pasado. Preguntado luego exclamó: “Cuando vi que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más”. Así lo narra el santo.