El  que sean alegres y vitalistas, no quere decir que no puedan estar  tristes, sentir dolor o, incluso, morir de amor. Dicen que la Asrai  gemía mientras que el pescador la llevaba a la orilla y, si no, pensemos  en la ninfa Calipso, que murió de tristeza por la marcha de su amor.
 Hay  una idea muy extendida, para mí errónea, que sostiene que, como las  hadas no tienen alma, no piensan ni sienten profundamente. Puede ser que  piensen menos, o que se sobrepongan a las penas antes que nosotros,  pero, ¿debemos por eso decir que no piensan o no sufren? No lo sé.
 
 No  sé si tienen alma, pero parece que no, al menos individual, pero no por  ello negaré que no conocen el dolor o los sentimientos, aunque todo sea  de un modo más débil que el nuestro. No discuto que su pensamiento sea  más simple o limitado, pero, ¿por ello debemos afirmar que no sufren? En  muchas historias de matrimonio entre hadas y mortales, vemos cómo se  pueden enamorar de verdad y sufrir de amor, y también sufren cuando se  tienen que separar de sus hijos y abandonan al marido.
 
 
 Tampoco  hay que pensar en unos seres ideales, alegres y bondadosos. Las hadas  conocen la venganza, y bien que la utilizan, y conocen el odio y saben  defenderse muy bien de los ataques humanos. También es cierto que en  principio, sin motivo, no son seres dañinos con el hombre, al menos la  mayoría. El problema surge cuando analizamos sus motivos. Para un hombre  ir de caza y matar a un venado, no es motivo de ataque, pero para  ellas, que protegen sus animalitos, éste puede ser un motivo incluso de  muerte, dependiendo del mal humor de las hadas.
 
 Voy a poner algunos ejemplos:
 Un hombre va de caza y entra en un bosque protegido por hadas, ¿qué harían las hadas?
 
 Si  es una Vila, que son más severas, intentará primero alejar al hombre  del bosque a cualquier precio. Si el hombre logra superar todos los  obstáculos, que serán muchos y peligrosos, y llega a disparar a un  animal, la Vila se vengará y le provocará un gran daño, pudiendo incluso  matarlo.
 La  Seligen también protegen sus animalitos, pero tienen un corazón  bondadoso. Si el hombre dispara al animal, la Seligen utilizará toda su  astucia para que no le mate, moverá la escopeta para que yerre el  disparo, o hará que se doble como si fuera plastilina.
 
 ¿Pero  son peores por ello las Vile? Parece ser que las hadas tienen una gran  intuición, y conocen mejor que nosotros mismos nuestras intenciones. Si  una Vila reconoce a un hombre de buen corazón le ayudará, y dicen que a  las personas sencillas del campo les ayuda en la siembra. Si una Vila se  venga de este modo es porque ha visto la maldad en el corazón, y eso no  lo perdona.
 Como  vemos no podemos generalizar sobre la bondad o maldad de las hadas. Hay  hadas que por naturaleza son bondadosas e intentarán ayudar al hombre,  como las anjanas, las damas blancas, las hadas madrinas, etc. Otras, sin  embargo, no es necesario que el hombre le dé muchos motivos para  hacerle daño, como las mujeres del Río, que si están las aguas un poco  revueltas, corres gran peligro de que estén de mal humor y te ahoguen.
 Sin  embargo, sí parece que hay algunos patrones en su conducta, ciertos  valores que ellas defienden y que castigan si no los cumples.
 En  su escala de valores, el respeto por la intimidad, la generosidad, el  trato respetuoso, la nobleza de corazón y la limpieza son para ellas  grandes valores. Por el contrario atacan con severidad el egoísmo, la  brusquedad, el mal genio, la mezquindad, la suciedad y los malos  modales. Y prefieren la alegría a la tristeza.
 En  algunos relatos el eje central de la historia es el respeto por la  intimidad. En éstos el castigo del mortal llega porque un hombre se pone  a curiosear en una fiesta de las hadas, o porque las mira mientras se  bañan. Para ellas éste es un motivo más que justificado de castigo. Si a  una Lamia te atreves a observarla mientras te bañas, tienes tres días  para casarte con ella. Si no lo cumples, la ley de las hadas caerá sobre  ti matándote.
 
 
 La  generosidad es otro de sus grandes valores. Valoran si un mortal por la  noche, al acostarse, les deja comida, un vaso de leche o vino, también  aprecian que al recoger fruta del bosque no se coja toda la fruta, sino  que dejemos algo para ellas en el árbol. Si un hombre actúa así, tendrá  una racha de suerte inesperada. Si puedes, y te recompensarán por ello,  deja cada noche tu balcón limpio para que entren sin mancharse, y en la  mesa del salón pon un vaso de leche, un vaso de agua, pan y queso. Es  inimaginable la alegría de las hadas. El vaso de agua limpia, aunque  parezca una tontería, para ellas es muy importante, porque con esa agua  limpia pueden lavar a sus bebés.
 
         A veces ponen a prueba la generosidad y la caridad de los  mortales, haciéndose pasar por viejecitos que les piden comida o bebida  por el camino. Si el mortal se muestra generoso aún más generosas serán  ellas en la recompensa, porque premian el buen corazón de las gentes.
 
  
 
  Si  no tienes compasión con los que sufren, ni ayudas a los que te  necesitan, cuando necesites ayuda tampoco te ayudarán. Ésta parece ser  la moraleja.
 
 Como  contrapartida castigan los malos tratos, la rudeza, la brusquedad. Las  hadas odian a los hombres que pegan a sus mujeres. A veces para que un  mortal se pueda casar con un hada, el padre pone como condición que no  golpee a su hija, porque si no ésta desaparecerá.
 
 Resumiendo  sus valores, aprecian la discreción, la hospitalidad, el respeto por la  intimidad, la generosidad, la gentileza, la honradez, la limpieza y el  trato cortés y respetuoso. ¡Qué grandes valores!¿verdad? Pero no nos  engañemos. No todo es tan simple.
 
             Cuando al principio decía que a veces su moralidad es  difícil de comprender, no me refería a estos valores, ya quisiéramos que  muchos mortales los cumplieran. El problema es la cantidad de acciones  que ellas ven bien, o no mal, y que el hombre, y estarán de acuerdo  conmigo, no comparte.
 Tienen  una moralidad muy estricta, ya lo hemos visto, pero no ven mal el robo,  ¡qué tontería! En ocasiones son robos pequeños, como harina para hacer  sus bollos, trigo, pero otras veces roban ganado, comida, incluso  personas, como niños y mujeres. También les gusta tomar la leche de la  vaca directamente, y se la beben, dejando sin leche al ganadero que por  la mañana va a ordeñar la vaca para los suyos.
 Hay  que decir en su favor que, cuando pueden, intenta devolver lo prestado,  y son muy agradecidas, devolviendo más de lo que han cogido o dejando  algo de mayor valor en su lugar.
 Otra  contradicción en ellas es la verdad y la mentira. Valoran en los  mortales que digan la verdad y sean sinceros en sus actos, pero muchas  de ellas no siempre dicen la verdad, a veces por juego. Para comprender a  las Lamias hay que saber que dicen lo contrario de lo que piensan, y  que dicen sí cuando quieren decir no. En ocasiones es por confundir a  los hombres. No mienten, pero les gusta el lenguaje equívoco, pero, ¿es o  no lo mismo?
 También  puede chocarnos a los hombres su modo de agradecer. En ocasiones,  cuando un mortal se porta bien, se ven ampliamente recompensados, por  ejemplo con trigo. El problema es que a veces te devuelven tu trigo  cogiéndolo de tu vecino, creando con ello en el mortal cargos de  conciencia.
 Otro  planteamiento que no comparte el hombre, es su contradicción entre la  generosidad que ellas defienden, y sin embargo su obsesión por poseer  tesoros. Muchas de ellas, como las Xanas, su máxima preocupación es  proteger y ampliar sus tesoros. A ojos del mortal esta actitud es  mezquina y criticable, contraria a la generosidad, porque si tienes  mucho probablemente es porque compartes poco. Pero de nuevo ellas nos  sorprenden con su actitud, pueden llevar meses guardando riqueza, y si  un mortal les ayuda con una tontería son capaces de darle una olla llena  de oro.
 
            Como vemos, es un mundo complejo, con sus propias leyes. En  ocasiones coinciden con nosotros, en otras no podemos entenderlas. No  pretendo con este punto defenderlas o justificarlas, simplemente que  tengamos en cuenta que no debemos juzgarlas, porque no somos dioses. Con  conocerlas nos es suficiente.
 

      VIDA, MUERTE Y PENSAMIENTO EN LAS HADAS               
  Un  tema discutido y discutible es la mortalidad de las hadas, ¿son  mortales como los humanos o inmortales como los dioses? En este tema,  salvo excepciones, parecen todos ponerse de acuerdo en afirmar que las  hadas son mortales, pero eso sí, su vida es mucho más larga que la  nuestra.
 Recordemos que su tiempo no es el mismo que el nuestro, que un año en la vida de un hombre es un día en el mundo de las hadas.
 
 El  tiempo, al transcurrir tan lento, hace que tarden mucho en envejecer y  en morir. Esta lentitud del tiempo puede provocar la sensación de que no  transcurre, de que no envejecen, y que no mueren. Pero no es cierto.   No hay que equiparar la muerte de las hadas con la de los humanos; las  hadas simplemente desaparecen. Para que una Asrai muera, es suficiente  con que le dé la luz del sol, que la disuelve en agua, y cuando el agua  se seca desaparece. Para matar a una Dríade basta talar el árbol en el  que ella vive, al matar el árbol muere con él su hada.
 
 Hay  personas que aseguran haber presenciado el funeral de un hada, una  procesión de pequeñas criaturas llevando un cuerpo sobre un tálamo hecho  de flores. Coincido con algunos autores en la opinión de que no es un  funeral real, sino que sólo están jugando a imitar a los hombres. Dos  pensamientos me llevan a opinar esto: uno, las hadas no ven la muerte  como los hombres, no es algo doloroso, por lo que no tendría sentido  verlas realizar algo serio como una procesión, más propio sería ver un  baile como muestra de alegría por la muerte, no una procesión en  silencio llevando un cuerpo; y dos, se sabe que muchas de las hadas  desaparecen al morir, lo que no les permitiría llevar su cuerpo a ningún  sitio.
 
  
 De  nuevo mantengo que las hadas en realidad se estaban carcajeando de la  seriedad humana y nada más divertido que imitarles. Casi me parece estar  oyendo sus risas.
 
 El  mundo humano y el élfico se muestran completamente opuestos en en el  pensamiento. Parece ser que en el mundo élfico no podemos hablar de un  pensamiento construido como tal, sino que sólo podemos hablar de  conductas, modos de actuar.
         Según afirman las hadas no tienen alma, por lo que es más fácil  de comprender que tengan una conducta tan diferente de la humana. Al  parecer,  las hadas no tienen un alma individual, sino colectiva, lo que  explicaría mucho de su forma de actuar. Explicaría su deseo de tener un  alma el que en ocasiones se muestren traviesas o malas con el hombre,  fruto de la envidia, o también el que anhelen por otro lado unirse a los  hombres. El matrimonio con un hombre les daría un alma, por eso es tan  terrible para la ley de las hadas el casarse con un hombre, porque se  alejan del alma colectiva que las une a las demás.
 
 
 En  algunos relatos de matrimonio entre hada y mortal, el hada le pone como  condición que jamás le diga lo que oye cuando pasa de nuevo por el  sitio donde la recogió, que nunca le diga lo que están diciendo sus  hermanas, porque entonces tendría que volver. Normalmente lo que suelen  decir es “vuelve con los tuyos”, entre llantos. El dolor que sienten sus  hermanas nos confirma la traición que supone para las hadas el que un  hada se case con un mortal.
 
 
 Hay  un leyenda sobre las Gwragedd Annwn, que explica muy bien el  pensamiento tan diferente del nuestro. En este cuento el padre de un  hada le pone como condición al marido que no golpee jamás tres veces a  su hija, porque con el tercer golpe regresará a su mundo. El hombre es  bueno con su mujer, a la que adora, pero por incomprensión la golpea  tres veces, y ésta desaparece. Analicemos este cuento.
 
 
  
 
 
 Una  de las veces que la golpea es en un bautizo. Los hombres están felices,  las hadas lloran desconsoladas. Para las hadas bautizar es dar nombre  al ser nuevo, separarlo de esa alma común 
 que  todas tienen, es individualizar, darle alma propia. Para ellas es una  tragedia, porque bautizar es separar del origen común. También debemos  recordar la importancia que tiene para las hadas el nombre, nunca  debemos llamarlas por su nombre. En el cuento de la dona d'aigua el que  el marido la llame por su propio nombre es motivo para que ella la  abandone, la condición que le pone. Así, en un bautizo, la Gwraggedd  Annwn llora desconsolada ante el estupor de su marido, y para que deje  de llorar éste la golpea.
 
 Otro  de los golpes llega en una boda. Todos ríen felices, ella llora. La  boda de nuevo conlleva la pérdida del alma común. Al casarse con un  mortal las hadas se separan del alma común para adquirir alma humana. Es  cierto que las hadas se casan buscando este alma, pero para las hadas  hermanas es motivo de nuevo de tristeza infinita, de desgracia. En las  Anjanas, por ejemplo, el mayor tabú que una Anjana puede infringir y por  el que recibe el mayor castigo es casarse con un hombre. De nuevo los  hombres ríen felices mientras la hadita lloraba, ante la incomprensión  del marido que le da un nuevo golpe.
 
 Y  el tercer golpe, a ojos del marido, también es lógico. Están en un  funeral, lloran todos ante la pérdida del familiar querido que nunca  volverán a ver. El hada reía feliz. Para un hada la muerte es la vuelta a  esa alma común, la vuelta a los orígenes, a la unión con el resto de  sus hermanos. Ella reía feliz en medio del funeral. Ante la vergüenza  que siente el marido por el comportamiento de su mujer la golpea por  tercera vez.
 
 Según  esta explicación, si el entierro para las hadas es motivo de alegría,  no me parece que fuera real el funeral protagonizado por las hadas. Sin  duda nos estaban imitando.
 
   En  cuanto a su pensamiento, al carecer de alma, es mucho más simple que el  nuestro. Como dije al principio de este punto, en estos seres apenas  hay pensamiento, hay actuación de acuerdo con unas normas que ellas  mismas se han puesto. Sobre si tienen o no lenguaje, parece evidente que  comprenden el lenguaje humano, además del de los animales, aunque en la  mayoría de los relatos se resalta lo poco que hablan con los humanos.
 
 En  los relatos que narran cómo un mortal se ha enamorado de un hada, para  atraerla hacia él, al hombre le basta con levantar la mano hacia ella,  en señal de que ella le dé la mano, y su respuesta es aceptar  dócilmente, atendiendo la demanda sin rechistar ni dar su aprobación.
 
 
  
 También  son muchos los relatos en que un mortal mira durante muchos días a un  hada, y la respuesta de ella es sólo una boba sonrisa mientras peina su  cabello a la orilla de la playa o de un río. De las Gwragged Annwn se  sabe que sólo saben contar hasta cinco, lo cual no nos dice mucho de la  inteligencia de estos seres. Pero en esta simpleza de pensamiento hay  mucha alegría. Si tuviera que definirlas diría que son alegres,  traviesas, amantes de la vida, disfrutando de su tiempo dedicándose a  bailar, cantar, jugar o trabajar, sin mayores preocupaciones ni  planteamientos, lo cual es un poco envidiable,  pero también saben  ser madres  de sus  bebes , los cuidan y los protegen y todas  son  responsables de ellos cuando nacen,  cantan nanas, y  los cuidan, ellas  todas son un solo espíritu colectivo, puede decirse que son todas una con el creador.
 
 
 
 Y hasta aqui por hoy mi historia sobre las hadas.
 
 fuente>
 .elmundodelashadas.com
  Alejandra Ramírez Zarzuela
 
 
 Con amor.  Dannys.
 http://gruposiron.ning.com